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3 participantes

    Romanticu Sex-Class!!!

    xeniachan
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    Romanticu Sex-Class!!! Empty Romanticu Sex-Class!!!

    Mensaje por xeniachan Miér Feb 10, 2010 12:11 am

    Romanticu sex-class es la historia del prestigioso instituto Ōsaka Gakuen.
    Aquí encontrareis momentos divertidos, románticos, picantes... si quereis conocer a los personajes estaos bien atentos porque en breve comienzan las presentaciones!!!


    AVISO!!!
    Esta histori/dorama va a ser para que todo aquel que quiera participe inventándose su personaje, pero hasta que no avisemos NADIE PUEDE ESCRIBIR en este post porque vamos a empezar con una estructura ya pensada, gracias a todos por no escribir en este post!!! si quereis podreis escribir en el post que habilitaremos para comentarios ^^
    xeniachan
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    Romanticu Sex-Class!!! Empty Re: Romanticu Sex-Class!!!

    Mensaje por xeniachan Miér Feb 10, 2010 12:23 am

    Suika Sakurada (uxi)
    Es una muchacha muy alegre, extrovertida y dulce, tiene 16 años (por su caracter, podría aparentar menos) . En la serie, Suika es considerada una de las chicas más bellas de la escuela por muchos de los estudiantes varones, y una vez incluso fue calificada de "una flor intocable en la montaña". Su popularidad entre los chicos, sin embargo, no resta valor a su forma de ser extremadamente tímida y fácilmente avergonzable


    Akashiya Moka (xeniachan)
    Mejor amiga de Suika y compañera de clase. Es una chica simpática y amable, siempre rebosante de energía, con la cabeza en las nubes a causa de su fanatismo por el manga,una otaku en toda regla!!!. Vive con la ilusión de encontrar un chico como los de los animes, idealizando así a los chicos que la rodean.


    HARIMA KENJI (yorvick)
    21 años , timido , un macarra que al haber conocido a Moka , decide cambiar y ser un mejor chico volviendo al instituto, es muy amigo de Suika ya que son amigos de la infancia , pero no se atreve a acercarse muxo a la chica q ama por q cuando esta con ella se pone nervioso y todo comienza liarse , es gracioso y buena persona aunq aveces peude parecer algo tonto aunq con gente ke se kiera pasar de lista peude darle un par de buenas ostias y adicionalmente tiene una moto a lo harley davidson! aunque como no tiene muxa pasta solo se parece a ella XDDD


    Koishikawa Reimu, (luna)
    17 años, capitana del equipo de kendo del instituto, 2 veces campeona nacional de tiro con arco, personalidad seria y madura de cara al público, muy femenina y divertida con sus amigas, sobretodo cuando va al karaoke!!! Es amiga de Suika y Moka, está en la misma clase ya que repitió curso por centrarse demasiado en los deportes y ha anunciado ke solo estará con el xiko ke logre vencerla en un combate de espadas.


    ZERO AYANOKOJI (cirdan)
    16 años.Es un chico de estatura baja con apariencia de niño dulce y delicado, cabello un poco largo, negro y suave. Es el juguete de las chicas de su clase que lo miman como si fuese un niño, aunque en ocasiones van más allá de simples abrazos inocentes y tras su apariencia infantil se esconde un chico que disfruta con cada roce de sus compañeras y que se aprovecha de su aspecto, además con los chicos tiene mucha rivalidad ya que todos lo envidian. Solo tiene un problema, si la chica a la que ama le toca, le sale urticaria.!!!!

    Oda Eusike, (Zuu)
    16 años, estudiante modelo y “niño bien” – de todos es sabido que su padre tiene más pasta que un restaurante italiano - , también llamado el típico empollón, delegado de clase y de religión otaku. Buen amigo de Madara. Se define como otaku por obligación ya que no se atreve a hablar con las chicas reales, hasta el punto de que si alguna chica le dirige la palabra puede llegar a ponerse borde para que le dejen en paz, y se tiene que conformar con las de ficción, pero ahora quiere que su amiga Moka le ayude a superar su timidez porque ha encontrado en Suika la reencarnación de su personaje anime preferido y ansía conquistarla. Tiene una “doble vida”, resulta que es el DJ residente en una de las varias discotecas que su padre regenta a lo largo de todo el país, que resulta ser la competencia directa del pub Gokuraku. Esa vida no le hace demasiada gracia, pero está demasiado enganchado a la música que hace como para dejarla.


    Kisu Madara (klyo)
    16 años,estudiante que sobresale unicamente en los estudios. Los demás estudiantes lo ven como una rata de biblioteca que lleva siempre portafolios y boligrafo.
    Su edad es de 16 años, pero debido a un uso excesivo de horas de estudio y trabajo aparenta casi los 30, además completa esa edad ya que lleva gafas de culo de vaso. Uno de sus sueños es entrar en el club de Astrofisica nuclear, espera con ansia que le den respuesta..., también le gustaria destacar en la popularidad de entablar conversaciones con chicas del insti, pero su timidez le puede además del rechazo que le tienen...
    Siempre espera y cree que su momento está por venir.


    Ryo Saeba 25 años (Chimo):
    Ryo fue una joven promesa del deporte, que pudo haber llegado a campeón de kendo y karate, pero lo echó todo a perder por culpa de una decepción amorosa. Dejó los estudios y la competición y se metió en una banda yakuza, donde pudo descargar su frustración por medio de la violencia. Ahora trabaja en los negocios de la organización a la que pertenece, por lo general se le puede encontrar por las noches en un pub, el Gokuraku, haciendo de encargado.
    Siempre está metido en líos y peleas. La última pelea fue tan sonada que el juez le ha condenado a realizar trabajos sociales, en este caso se trata de pintar las paredes del instituto Ōsaka Gakuen.
    El primer día, Ryo ya había “reclutado” a unos macarras bajo amenazas para que hicieran el trabajo por él, pero cuando estaba allí controlando que lo hicieran vió pasar a la profesora de inglés, Madoka de 23 años, y se enamoró de su belleza natural. Madoka es una profesora novata muy inocente, de un corazón puro y honesto, y realmente cree en que la educación puede ayudar a sus alumnos, así que se lo toma como algo personal.
    Ryo desde ese momento, se encarga en solitario de “hacer como que pinta” las paredes y busca cualquier excusa para estar cerca de Madoka… algo que en su condición de yakuza es complicado, y si le sumamos que está a punto de estallar una guerra de bandas en su zona, aún más!


    Jung Yong Soo (Alex)
    Joven coreano de 17 años que migró a Japón a los 6 por culpa de conflictos políticos con su familia. Su padre, veterano de la guerra de Corea y maestro reconocido de Taekwondo, siempre ha sido muy estricto con él. Desde bien pequeño empezó a practicar este arte marcial, además de estar inculcado con una mentalidad militar totalmente pragmática. Su madre siempre ha intentado hacerle ver que no todo es como lo ve su padre, con resultados nulos. Es una persona de hechos, pero ante todo noble y digna. No tiene amigos debido a su carácter taciturno y austero. No tiene miedo ni amor por nada, no es ambicioso, ni rebelde. Simplemente cree que lo que su padre diga siempre será lo correcto, puesto que él ha vivido lo peor del ser humano.
    Goza de una forma física adecuada a su edad. Es rápido, fuerte y resistente. Estudia en el instituto y por las tardes trabaja limpiando el Dojo familiar. Su familia no tiene demasiado dinero, así que salen adelante como pueden. Tiene el pelo castaño con un modesto flequillo.


    Masako yumi, (Lily)
    estudiante de preimer curso ha estado esforzándose mucho para poder entrar en este prestigioso instituto junto a su prima Moka xDD Es una chica de aspecto angelical,us gestos, sus modales, su forma de hablar, todo denota timidez e inocenciaEs extraño verla conversando con xikos en clase, siempre pegada a las faldas de su prima a la que admira tanto, pero hay una pekeña peculiaridad en esta chica cuando se keda por algún casual a solas con un chico, aparece su lado más perverso!!!! ¿Por qué esforzarse tanto para entrar en este instituto ¿Por su prima que tanto la mima ¿Por su programa de estudios severo No!!!! le gustan los empollones y sería capaz de todo si se queda a solas con uno de ellos.

    Jimmy Floyd apodado Maquimoto: (Maquimoto)
    Jimmy es un joven francés de 24 años. Ex jugador famoso de futbol que se retiró de los terrenos de juego a causa de un accidente de coche al ir borracho después de que el amor de su vida lo dejara. Después de ser operado 2 veces sin éxito del ligamento anterior cruzado de la rodilla decidió visitar a un experto cirujano de Osaka que le comunica que ya no podrá jugar más a fútbol. Convulsionado por la noticia y desesperado por perder a sus dos amores, se dedica a beber en clubs hasta que conoce a (alguno de los personajes)que le hace ver lo bello que es vivir. Enamorado de las tierras niponas y del sake decide quedarse en Osaka y cumplir su rídiculo sueño de niño, que la selección japonesa conquiste el Mundial (de tanto ver oliver y benji)y decide sacarse el título de entrenador.Poco después de sacarse el título con la mejor nota, le ofrecen un puesto en el prestigioso instituto Osaka Gakuen. Acepta encantado el puesto sin saber que lo contrataban como profesor de gimnasia.
    Es un chico moreno de piel y cabello y ojos verdes y de cuerpo atletico. Mide 1'72 m y pesa 64 kg. Es muy tímido y romántico aunque ya no cree en el amor desde que tubo la ruptura con su novia. Gusta a la mayoría de chicas por su aire reservado que le hace un hombre interesante. Aún siendo un chico guapo lleva dos años soltero y sin ligar nada debido a que solo piensa en su ex. Al llevar tanto tiempo sin estar con una chica, al mínimo contacto visual y/o táctil con una mujer sexy le sangra la nariz. Es totalmente diferente cuando bebe, se liga a toda chica bonita que se le cruce y ha estado con muchas, aunque al día siguiente no lo recuerde. Es un chico muy inteligente aunque hace las cosas sin pensar y acaba pareciendo tonto.

    Susume Shota (Any)
    Tiene 16 años y es el nuevo de la clase, tiene aspecto amigable y es capaz de ganarse facilmente a la gente
    con su simpatia y bondad, pero verdaderamente tiene dos caras, le encanta ver sufrir a la gente con su maldad (eso si hará lo imposible para que nunca le echen las culpas a el).Es un chico adoptado, que a tenido una vida llena de soledad y falta de cariño, nunca a sido querido por nadie, de ahí su comportamiento.
    La gente comenta que a cambiado muxisimas veces de familia y que llego a quemar una casa, sera verdad con la carita de angelito que tiene, que parece que no a roto un plato en su vida.


    Nadeshiko Ayanokoji (Lulú)
    Nadeshiko es la hermanastra de Zero. Tiene 18 años, nació en Monte Carlo, Mónaco. Cuando ella tenía solamente seis años sus padres murieron en un accidente de coche y tuvo que viajar a Japón para vivir con sus tíos y su primo Zero, los tíos la adoptaron y así se convirtió en la hermanastra de Zero. Nadeshiko es una chica hermosa, simpática, alegre, divertida… físicamente bien desenvolupada para la edad que tiene, es la típica rubia de tirabuzones perfectos y ojos azules pero ella prefiere teñirse el pelo de rojo o negro y alisárselo, ya que odia que le digan que se parece a una muñequita de porcelana. Nadeshiko no es lo que aparenta, es una chica manipuladora, estratega, celosa, egocéntrica, le encanta jugar con las personas y sobretodo jugar con los hombres, tentarlos y no llegar a nada. Le gusta que los ambos sexos se mueran pos sus huesos, por eso siempre da la imagen de una niña dulce. Le apasiona la comida, sobre todo los dulces, aunque coma muchos nunca engorda. Es muy buena cocinando, le encanta hacer pasteles y todo tipo de dulces. Nadeshiko tuvo que volver a Mónaco con 16 años para estudiar allí, pero este año volvió a Japón y se inscribió en el mismo instituto y curso que Zero para estar cerca de él y recuperar esa relación tan “especial” que tenían entre ellos. Desde pequeña solo ha querido a su primo y hermanastro, siempre se ha dejado hacer todo tipo de cosas indecentes por él. Nunca ha estado con otro chico que no fuese Zero, siempre ha estado coqueteando con las chicas. Le atrae más las chicas que los chicos, porque cuando esta con un chico a solas se convierte en una chica súper inocente, dulce, mansa… y después no se acuerda de nada de lo que ha hecho. Sin embargo, cuando está con una chica le gusta tratarlas como flores delicadas para que caigan entre sus brazos y después hacerles todo tipo de cosas perversas.


    Última edición por xeniachan8 el Mar Mar 23, 2010 11:45 pm, editado 9 veces
    Uxi
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    Romanticu Sex-Class!!! Empty Re: Romanticu Sex-Class!!!

    Mensaje por Uxi Dom Feb 14, 2010 9:24 pm

    Hoy es el primer día de clase, empieza un nuevo curso en el Osaka Gakuen Hight School.
    Es por todos conocido su fama y prestigio a causa de ser el número uno de Japón en cuanto a buenas notas.
    Como es obligado en todos los institutos de renombre, hay una clase especial, una clase donde se necesita mano dura!!!! La clase de los ex-delincuentes o chicos conflictivos y allí es donde nos encontramos con nuestro primer personaje Harima Kenji.

    Kenji, es un chico de 21 años, un macarra con intenciones de reformarse y hacer algo importante con su vida. En estos momentos Kenji está nervioso porque en este curso quiere conseguir algo más que simplemente aprobar y por ello va en busca de la chica más popular del instituo Suika Sakurada
    ¿Pero cómo es posible que un chico tan vulgar como este conozca a la chica 10 del insti?
    La verdad es que Kenji y Suika se conocen desde la niñez.Suika era la niña guapa del barrio, un barrio un tanto delictivo y estaba en el punto de mira de todo macarrilla que se precie, todos querían una novia como Suika. Un día, mientras Suika iba a comprar, un grupo de chicos la acorralaron en unas escaleras y no con muy buenas intenciones. Se escuchaba a Suika llorar y pedir que la dejaran irse, pero parece ser que no les importaba mucho a los transeuntes que por allí pasaban en ese momento, haciendo caso omiso de lo que estaba sucediendo…
    En esos días Suika solo tenia 8 años, pero sabía muy bien de lo que eran capaces los chicos del barrio cuando iban juntos, pero no podía hacer nada, eran 5, eran fuertes, eran peligrosos y ella solo una niña.
    Entonces, justo cuando ya la desesperación no le dejaba siquiera articular palabra, apareció él, Kenji.
    ¿Os divertis? masculló él sin dar lugar a una respuesta y emprendiéndola a puñetazos con el primer tio que pilló
    A Kenji no le hicieron ni caso cuando llegó a casa con la ropa sucia y lleno de morados, aunque él ya estaba habituado a eso. No sabía por qué había ayudado a esa niña que apenas conocía de vista, pero se sentia bien, casi tan bien como cuando le ayudó a cargar la bolsa de la compra de vuelta a casa.

    Desde ese incidente, han pasado ya ocho años y aunque ese momento ahora el lejano formó una gran amistad que aún en el instituto los une ...

    << va pasando una brisa que anuncia el invierno..>>
    << Harima Kenji va vestido de motero con una chaqueta de cuero negra y vaqueros, sin casco por q le gusta sentir la brisa en la cara, con bambas y sin peinarse >>


    Kenji: (Uf que frío .. y eso que no pensé que en esta época ya comenzaría a hacer frío....( será el cambio climático) )

    *acelera con su moto por la carretera..*

    Kenji: ( Espero llegar pronto a las clases... Es que con lo tarde que voy... Tuve que haber puesto el reloj más temprano, pero es que con tanto jaleo de los colegas y las cervezas no dormí nada y claro...Con el ruido del despertador, lo tiré por la ventana casi sin pensar, y rompí la ventana del vecino XD... Que trate de venir a reclamarme...e.e...Pero no será capaz...Con la mala leche q tengo hoy...=_= ! Es que si llego tarde no podre elegir un asiento junto a.... joer no puedo decirlo >//<)
    Kenji: (Bah! A concentrarseeee) "RUMMM rRRUMM..."
    Kenji: (Por cierto, que sera de Suika? Hace días que no la veo , pensé que se habia ido de viaje... espero que la pueda ver otra vez en el instituto, a ver que tal está)

    << Llegando al instituto con la moto a toó gas..>>
    << Tocando el claxon.... TI...TIIIIIII TITITIII>>
    << Mira con cara de mala ostia... >>

    Kenji: Joder! KOÑO con estos profesores que quieren adueñarse de los sitios de los alumnos!... <>
    *Saca la lata de espray negro y tacha el cartel, escribiendo.. "Parking para Kenji"*

    Kenji: Ahora es sólo mío.
    Kenji: Bah...
    << Va corriendo a la zona donde se encuentran todos los alumnos >>
    << Mira a todos lados buscando a Suika hasta que la encuentra... Va hacia ella con paso firme como le caracteriza y una sonrisa macarresca, casi empujando a todo el que se le cruza >>
    Kenji: Naaassss Suikaaa << con voz grave...>>
    Suika: Kenji?!?!?!? :O !!! Ulaaa!! Bueno... << Pone voz grabe imitando a Kenji >> OLA TÍO!.
    Kenji: ah? XD
    Suika: Te imito bakaa ! >O
    Kenji: lol.. Pues no te sale ser una chica dura con esa cara tan mona q llevas...
    Suika: No pude evitar imitarte con ese aspecto y esa voz que tienes tan graciosa >O< ! Hahaha
    Kenji: Es lo que hay XDDDDD, por cierto , bakka , donde has estado que no te he visto?
    Suika: Pues estudiando mucho... u.u ! Y por Shibuya de shopping Very Happy !
    Kenji: >>Silencio<< Si claro, como si tuvieras suficiente dinero para todo ello... Ponte a buscar un trabajo de media jornada ¬¬!
    Suika: Ahora mismo no puedo trabajar...ojalá pudiera, porque mi padre no gana mucho dinero y somos muchos en casa...Pero el dinero para mis nuevas compras lo conseguí vendiendo ropa vieja :3 !!
    Suika: Nee~~ Como es que te animaste a volver al instituto?!?!? owo
    Kenji: Creo es hora de sacarme el bachillerato no? XD , no puedo estar siempre dando de ostias a la gente (Ojalá cobrara por ello...)
    Suika: Es verdad!!! Aunque es raro...Siempre fuiste muy rebelde..
    Kenji: Ya.. Es que las cosas cambian... Supongo q ya era hora q m ponga mas serio XD...
    Suika: Sabía que un día madurarías :3 !! *Le da un beso en la mejilla*
    Kenji: Ehh...No me mires asiii... >_<...
    Kenji: Uf...Vale...No puedo ocultarte nada ¬¬! Lo que pasa es que me gusta un chica en el instituto, pero no puedo decirte su nombre tu sabes como soy de vergonzoso...


    *A lo lejos se oyen unos gritos*


    Moka y Reimu: Suika-chaaaaaaan!!!!
    Suika: Neeee chicas! *o*
    Moka: Con quién estabas??
    Suika: * Mira a su alrededor y se da cuenta que kenji ha desaparecido * OwO
    Reimu: Te pasa algo Suika?
    Suika: Estaba...con un amigo ._.
    Moka y Reimu: ¬¬
    Moka: Seguro que era otro de tus pretendientes intentándose declarar sin éxito xD
    Reimu: Yo me sentiría acosada y les pegaría a todos * Risa malvada *
    Suika: * Niega con la cabeza * Nuuhh!, un amigo de la infancia >O<

    ~~Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiing~~

    Moka, Reimu, Suika: LLEGAMOS TARDE! ! ! ! D: * Salen corriendo a clase *
    Kyuusai
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    Romanticu Sex-Class!!! Empty Re: Romanticu Sex-Class!!!

    Mensaje por Kyuusai Lun Feb 15, 2010 12:28 am

    El timbre marcaba el comienzo de clase. Todos los alumnos entraban correteando, comentando lo que habían hecho el fin de semana o simplemente riendo. Todos menos uno. Yong Soo iba a paso calmado, con la mirada perdida en el suelo. Era el chico nuevo de este curso y casi no conocía a nadie, aunque tampoco importaba demasiado. Él sólo estaba aquí para estudiar porque su padre se lo dijo. Además, su familia se habia gastado mucho dinero para que ingresara en este prestigioso instituto, así que no podía defraudarlos.

    De repente, una voz alejó a Yong Soo de la inopia. Un chico le tendió la mano junto con una sonrisa y acto seguido se presentó:


    Eisuke: Buenos días, soy el delegado de clase, Eisuke Oda. Como representante de los alumnos, estoy aquí para lo que necesites - el chico se presentó ante Yong Soo hablando con voz cortés, propia de alguien muy bien educado.

    Yong Soo escudriñó al chico en décimas de segundo para tener una primera idea. Era algo que le había inculcado su padre. "En la guerra, se tienen que hacer análisis prévios de prácticamente todo lo que le rodea, pero concretamente de las personas que veas. Nunca sabes cuando puedes encontrarte un enemigo" - decía su padre


    Yong Soo: Jung Yong Soo. Encantado- Sonó bajito pero firme. Sin ni siquiera sacarse las manos de los bolsillos pasó por el lado y se dirigió a su pupitre.

    Eisuke se quedó unos breves segundos parado. De todas formas, se imaginaba que no obtendría una conversación demasiado extensa con Yong Soo: él también era un buen psicoanalista. Sin que su nuevo compañero lo supiera, él había estado escuchando comentarios los días anteriores de la incorporación de un alumno nuevo a la clase y que no era japonés. Eso era algo raro en un centro académico de este nivel, ya que sólo las mejores familias podían permitírselo.Llegó a la conclusión de que iba a ser un chico raro. Y quería saber porqué.

    Nada más lejos de la realidad. El padre del joven participó en la guerra de Corea. Luchó con fiereza a cada instante y jamás abandonó a ningún compañero en el campo de batalla. Eso le llevo a él y a su familia a moverse constantemente, bien por el traslado de las bases militares o bien por temor a que pudieran atentar contra ellos. Y esa misma heroicidad de la que gozaba su padre fue la que lo llevó al único y peor consejo de guerra que puede sufrir un soldado. Se le acusó de desertar en combate durante una misión de reconocimiento y ataque de un campamento enemigo. Su padre, junto a sus compañeros, sufrieron una emboscada que acabo con la mayor parte del destacamento, así que antepuso la vida de sus hombres a la misión. Él estaba al mando y ordenó la retirada inmediata de las tropas, a pesar de ir en contra de sus superiores. Toda esta vida llevó a Yong Soo a formar este carácter frío, taciturno y calculador. Había pasado por muchos colegios, había conocido mucha gente y sin embargo jamás llegó a tener ningún amigo de verdad. El amor y la amistad ofuscaban la mente del soldado. Por culpa de los sentimientos tuvieron que huir de su tierra natal, así que él estaba dispuesto a no cometer el mismo error que su padre.

    A priori, Eisuke podía parece de una psique totalmente contraria a la del chico nuevo, pero no eran tan diferentes. El hecho de tener tanto dinero le ha vuelto insensible a todo lo que le rodea. Sabe que él está asegurado de cualquier tipo de desgracia. Es más, tiene hasta sus propios ingresos cuando quiera independizarse, pues, y esto no lo sabe nadie dentro del Instituto - pues salvo casos excepcionales no permiten trabajar - y es que trabaja de DJ en uno de los docenas de locales - discotecas, pubs, salas de fiesta... - que su padre, una de las personalidades más ricas del país. Aun así, tiene una carga bastante pesada a sus espaldas. El puesto que tiene puede darle acceso a "ligar" con todas las chicas que le venga en gana, pero tiene una extraña animadversión por el sexo opuesto. Cada vez que una chica se le acerca y le habla, Eisuke no puede evitar ponerse borde para espantarla, pues le produce auténtica vergüenza entablar conversación con una mujer.Tal es su trauma, que se ha llegado a refugiar en el manga para desahogarse.

    Aún así, siempre hay una excepción que confirma la regla: Y esa es su amiga Moka, que ha conseguido entrar a fuerza de trabajo en la sólida coraza que Eisuke se ha forjado. El chico también tiene sentimientos: Está enamorado de la chica más popular del Instituto: Suika Sakurada. Sabe perfectamente que eso es imposible, pues debe de tener millones de pretendientes esperando su oportunidad, ¿por qué se iba a fijar en el empollón repelente al que todos odian - o así se veía él - delegado de clase? Eso le torturaba hasta el punto de que estaba pensando en pedirle ayuda a su amiga Moka.- la única chica con la que hablaba - que le ayudase a superar la timidez que le atormentaba.
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    Romanticu Sex-Class!!! Empty Re: Romanticu Sex-Class!!!

    Mensaje por xeniachan Miér Feb 24, 2010 9:11 pm

    La mañana pasó tranquila, fue un día de presentación de nuevos profesores, bienvenida a los alumnos al nuevo curso, entrega de horarios de clase, libros, estrictas normas que al contrario de otros institutos, no se suavizaban con el paso de los meses y en resumen lo mismo que cada año. Moka estaba ya muy acostumbrada y todo eso la aburría y agotaba. Pensaba que estaba malgastando un tiempo precioso para estar leyendo manga o inventando personajes a los que con lápiz y papel daba vida. Ese era su mundo perfecto, un mundo donde los buenos siempre ganaban y los chicos se enamoraban con las más puras intenciones. Hubo un tiempo en el que soltar su manga y volver a la realidad le llegaba a causar un extraño dolor en el alma, el dolor de volver a la realidad.

    Reimu: ¡Moka-chan! – exclama, intentando llamar su atención -.¿Ya estas otra vez en tu mundo?

    Moka: Creo que sí – responde con la sonrisilla tonta, que aun así resulta adorable – Oye, Reimu… ¿Este año vas a capitanear el equipo de Kendo otra vez? – pregunta, mirando a los ojos a la chica.

    Reimu: ¡Claro que sí! – responde con determinación -. No soportaría dejar el club en manos de cualquier otra persona, ¡imagínate! Solo de pensar en la panda de nenas que tengo por equipo… me pongo de mala leche, ¡seguro que perderíamos en los campeonatos! No puedo permitirlo – su cara expresa un claro “me daría un soponcio si pasase eso”

    Moka: Me han llegado rumores del chico nuevo, el de Corea… - Moka se acerca un poco a Reimu, como si le fuera a susurrar algo y que Yong Soo, que está sentado a dos pupitres de distancia de ellas siendo saludado por el delegado Eisuke, vaya a escucharlo -. Se ve que se ha trasladado aquí con su familia y que tienen un dojo y... no quiero decir nada con esto, pero dicen que es muy bueno – claramente, quiere ver la reacción de Reimu ante su comentario.

    Reimu: ¡Bah! Seguro que no tiene ni punto de comparación conmigo – le responde, sacando pecho -. Aún no hay tío que me supere. Acuérdate de esto que te digo – la determinación con la que habla brilla en sus ojos, y le da un aspecto que intimida -. si un día un chico es capaz de vencerme, ¡me caso con él! Lo veo tan
    imposible…


    Moka: ¡Cada año lo mismo! – le responde, sintiéndose satisfecha con la reacción de Reimu -. Bueno, espero que algún día te gane alguien, porque te estoy viendo más sola que la una…

    Reimu encaja ese golpe directo al hígado por parte de Moka como mejor sabe, pero a juzgar por la sonrisa de Moka, se le ha quedado cara de tonta, así que trata de recomponerse rápido, pensando en si habrá algún hombre que realmente la merezca.

    Moka: Yo voy a ver a Eisuke, a ver si este año saca algo de tiempo y
    podemos montar el club de manga entre los dos
    – en su cara se dibuja una cara de preocupación bastante evidente. Durante años ha sido el único contacto femenino del chico, y eso no le hace demasiada gracia, pues piensa que debería tratar con más chicas - que el año pasado me dejó tirada en cuanto empezaron a apuntarse chicas. ¡Es tan tímido! – se sonríe, levantándose de la silla para dirigirse hacia la mesa donde se sienta Eisuke, donde ya está sentado con un manga en la mano.

    Reimu: ¿Oda? Ese tío es muy raro, te digo yo que esconde algo.

    Moka: ¿Eisuke? ¡Qué va, si es una persona muy transparente! Sólo es que es
    tímido con las chicas, parece incluso que le den miedo… De hecho, su vida es de casa al insti y del insti a casa.


    Cuando Moka se dispone a acercarse a Eisuke para saludarle, entra en el aula la chica más popular del instituto, observada por la mayoría de los chicos de la clase. Eisuke, al verla entrar, se sonroja profundamente y entierra las narices en el manga.

    Suika: ¡Haaaai! – saluda alegremente, mostrando una sonrisa encantadora - ¿Os venís después de clase a tomar un helado? – dicho esto, se acerca al pupitre más cercano a Moka y acerca una silla para sentarse ella.

    Moka: No se... tengo que ir a ver a mi prima, a ver qué tal le ha ido
    el primer día...
    – su frase se ve cortada bruscamente, pues… - AAAAAAAAA!!! Mirad, ¡es Zero!

    Moka y Suika: ZEROOOO!!! – exclaman con los ojos iluminados. Parece que Moka se ha olvidado de ir a saludar a Eisuke, pues tanto ella como Suika saltan de sus sillas y se abalanzan sobre el chico que acaba de entrar en la clase, dejando a Reimu más sola que la una pensando en qué verán en él.

    Zero es un chico que aparenta mucha menos edad de la que tiene, imberbe, bajito y de rostro angelical. Él es el caramelito de las chicas, su juguete lo llaman algunas, pero Zero, sabe muy bien jugar su papel, sabe las ventajas que le reporta, pues ningún otro chico puede estar tan cerca de las chicas y tocarlas y abrazarlas como si nada. Es bastante odiado por los chicos del instituto, causa envidias y rabia ya que está más que habituado a retozar entre los brazos de sus compañeras y no duda en rozarse con todo lo que puede. Por otra parte los chicos no se atreven a darle la paliza que, según ellos, se merece, ya que eso les enemistaría con las chicas y saben que no les conviene, así que no les
    queda más remedio que seguirle el juego. Al principio, su aspecto shota
    le preocupaba bastante, pero ahora piensa que ya habrá tiempo de
    aparentar ser un hombre y piensa disfrutar todo lo que pueda.

    Zero se ruboriza levemente. A cualquier chico que no fuese de piedra le abrumaría tener a dos chicas como Moka y Suika rodeándole y haciéndole todo tipo de carantoñas tales como besitos en la cara, abrazos cariñosos y todo tipo de caricias bajo las furiosas miradas de odio y envidia del resto de chicos de la clase. Aun así, Zero se siente en la gloria, así que no puede evitar sonreirse.


    Moka: ¡Zero, eres mi Honey-sempai! (personaje shota de la serie Ouran
    Hight School Host Club) – exclama, poniéndole un punto otaku al asunto -. Tenía tantas ganas de verte y comerte a besos!

    Suika: ¡No se quién es ese Honey, pero yo también tenía ganas de verte!

    De repente se congrega un cúmulo de chicas alrededor de Zero para darle su respectiva bienvenida al nuevo curso, escuchándose comentarios
    del tipo: "Tenía miedo de que este año no estuvieras en nuestra clase" "¿No creéis que el pelo le ha crecido?" "¡Uaaaa, es verdad, le queda así mucho mejor!" y al unísono: "KAWAII"

    A verios asientos de distancia se puede observar a Reimu fulminando con la mirada al grupo de chicas y poniendo cara de náuseas. Cualquiera que la mire se pensaria dos veces el acercarse a hablar con ella, pues su aspecto realmente intimidaría al más pintado.

    Reimu es la hija de lo que podría llamarse una leyenda en cuanto a
    deportes. Su padre regenta el dojo familiar y su sueño siempre fue
    tener un hijo que amase tanto como él las artes marciales, pero tras
    el nacimiento de Reimu su esposa murió a causa de complicaciones durante
    el parto. Con su muerte también se vinieron abajo sus esperanzas de la continuación del
    dojo familiar. Reimu fue creciendo entre shinai y llaves de
    karate, y a pesar de que su padre siempre fue reacio a que las mujeres
    practicasen artes marciales y la instruyó en el arte de la ceremonia
    del té, el día que casi le parte los brazos a un compañero de clase que la
    estaba molestando todo cambió. Ese día, el profesor llamó a su padre y le contó lo
    sucedido; al llegar a casa le pidió a su pequeña que le mostrara cómo
    cómo había inmovilizado al chico y así es como se dio cuenta de que
    la chica había aprendido la mayoría de las llaves que su padre enseñaba en su gimnasio y que tenía talento con la espada, así que no tuvo más remedio que dar visto bueno a la formación de su hija, que en un futuro heredará su dojo.
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    Romanticu Sex-Class!!! Empty Re: Romanticu Sex-Class!!!

    Mensaje por xeniachan Miér Mar 03, 2010 2:33 am

    Tras la presentación de todas las asignaturas, llegaba la hora de tutoría. Era la última "clase" y los alumnos ya tenían ganas de irse a casa, así que estaban todos alborotados y algunos incluso ya se habían ido. Sin embargo, al llegar el profesor todos se sentaron de forma ordenada.

    Profesor: Saluden.

    Todos los alumnos se levantaron al unísono. Tras la rutina principal, se sentaron de nuevo.

    Profesor: Bienvenidos al instituto Osaka Gakuen. Algunos de ustedes ya estudiaban aquí y otros son nuevos. Y les diré que sólo tienen una cosa en común: todos van a tener que trabajar duro. No hacemos distinciones por ni para nadie. Mientras sus padres sigan pagando, todos ustedes saldrán preparados para tener un futuro digno y próspero. Otros se quedarán bajo este techo los años que hagan falta hasta que se cansen.

    Durante el discurso, algunos de los alumnos rumoreaban cosas ininteligibles. Otros sencillamente estaban en su mundo porque habían oido esa oratoria año tras otro.

    Profesor: Una vez hayan quedado todos estos puntos claros, pasaré a darles una sorpresa. - la sala se quedó en silencio - Hoy tienen una evaluación sorpresa de condición física, ya que el profesor al cargo de dicha asignatura no podrá presentarse mañana y ha decidido adelantar el trabajo. Cuando lleguen a los vestidores se encontrarán con sus uniformes debidamente ordenados por órden de lista y con una etiqueta con su nombre.

    Los alumnos empezaron a levantarse desganados y a marchar hacia los vestidores. No obstante, muchos de los chicos sonreían maliciosamente, deseosos de ver el nuevo diseño de los "culottes" y los jerseys. Sabían de sobras que a más de una les quedaría ajustado y no querían perderse la oportunidad de recrearse. Justo en ese momento, Kenji salía de su clase y se fijó a donde se dirigía la clase de Moka. Llegó a la misma conclusión que los demás chicos: gimnasia era igual a pechos y traseros, así que decidió "ausentarse" un rato.


    Todo era bastante tópico. En el vestuario, los chicos mesuraban sus músculos y su fuerza, chuleando sobre cuanto habían trabajado en verano su cuerpo y contándose anécdotas de lios de una o varias noches. Las chicas en cambio comparaban el tamaño de su delantera e intercambiaban "secretos" para aumentar el volumen de esta misma, sin sospechar que todo eso lo oían sus compañeros. Uno de ellos dio el primer paso subiéndose a uno de los bancos y observando por la rejilla de ventilación. La tapaban constantemente con yeso u otro material, pero los chavales y sus hormonas alborotadas siempre se ingeniaban una u otra idea para burlar ese impedimento. La visión era clara y nítida: pechos turgentes y levantados, traseros respingones y aparentemente suaves y abdómenes trabajados. Era increíble como no había ni una sola chica fea en ese instituto. Todo iba bien hasta que se oyó un portazo:

    Kenji: ¡EH, VOSOTROS! ¡BAJAD DE AHÍ AHORA MISMO SI NO QUERÉIS QUE OS MATE!

    Alumno 1: ¿Qué has dicho? Quién coño te has creido que eres?
    Kenji: Te atreves a contestarme, ¿eh? Vas a ver ahora.

    El chaval intentó soltar un puñetazo a Kenji pero este lo esquivó con facilidad, gracias a la experiencia en sus peleas callejeras. Hizo una finta hacia la derecha y contraatacó con un directo al plexo solar. El chico cayó de rodillas al suelo, agarrándose el abdómen y tosiendo.

    Kenji: Largaos todos de aquí antes de que me enfade más. - miró al joven - Y da gracias que no te he desgraciado la cara.

    Cuando todos salieron rápido del vestuario, el sitio se quedó en silencio. Kenji respiró hondo y se sonrojó, a la vez que en su cara nacía una expresión incluso aún más malévola que la de los alumnos. Hizo lo propio que los anteriores y se encaramó al banco para espiar, pero era demasiado tarde ya que todas las chicas habían salido hacia el patio. Maldijo su suerte y salió del vestuario. Pero entonces, al pasar por la puerta adyacente, paró un segundo, dio unos pasitos atrás y miró de reojo. Era todo perfecto. Sin hacer demasiado ruido, abrió la puerta y vio el paraíso hecho realidad: una sala repleta de ropa interior de mujer y usada!!!. Puso cara seria y agarró unas descuidadas bragas que estaban a la vista. Se las llevó a la nariz e inspiró profundamente, finalizando con un suspiro.

    Kenji: Kami-sama, sé que esto es una señal y te lo agradezco profundamente...!Huelen tan bien... Y si fueran de Moka...?


    De repente, algo lo distrajo de su árdua tarea de perversión: una chica se había dejado la cinta del pelo en el vestuario y al volver para cogerla, lo sorprendió con las manos en la masa:

    Kenji: Errr... esto... no es lo que parece. Quiero decir, sí lo es, pero no... Argh... - balbuceaba las palabras y no sabía que decir. Todo se le vino abajo y lo iban a echar de la escuela. Sin embargo, la reacción de la chica no era la que esperaba.

    Alumna: Vaya, vaya... ¿Te gusta?

    Kenji: El... El qué?

    Alumna: Oler mis bragas... ¿Te gusta, verdad? Sabes que por esto pueden expulsarte del instituto?

    Kenji: P... por favor! No digas nada! Haré lo que tú quieras, lo juro!
    Alumna: Lo que yo... quiera? - la chica puso una cara de circunstancia. Caminó sensualmente hacia Kenji y le rodeó con los brazos a la altura de la nuca, poniéndose de puntillas.

    Kenji: O... oye! Qué estás haciendo!?

    Alumna: Lo que yo quiero... - sopló suavemente en la oreja de él y notó como le temblaba el cuerpo - Vamos... no eres como los demás... no eres un niñato adolescente. Sabes, siempre me han gustado mayores. Y tú eres mayor, ¿verdad? Es más, creo que me ha parecido verte en la clase de los chicos malos... justamente mi preferida. - pasó su lengua por el cuello de Kenji e hizo ademán para que él hablara.
    Kenji: No deberíamos hacer esto aquí. Además, a mí ya me gusta otra chica...

    Alumna: Amor, amor... ¿Qué es el amor? Un conjunto hormonal, químico, que reacciona en diferentes situaciones. Lo realmente asombroso es la pasión y el sexo... - la chica se tomó la libertad de pasar la mano por debajo la camiseta y palpar los abdominales del macarra.

    Kenji: Oye, eres muy guapa y atractiva...

    Alumna:Shhhh - le mandó callar - Tengo lo que necesita un chico como tú - le dijo susurrando y cogió la gran mano de kenji y se la puso sobre su talla 100 de sujetador - Tú solo dejate llevar....

    Kenji: De veras, para. Sino...

    Era demasiado tarde. Moka vio toda la escena y estaba parada justo en el pasillo, observando. Al chico se le cayó el mundo al suelo:

    Kenji: MOKA! ¡DE VERAS, NO ES LO QUE PARECE! - apartó a la chica de un empujón. Tras hacer eso, vino algo incluso peor que lo que había ocurrido. Moka empezó a reirse sin parar.

    Moka: JAJAJAJAJA, DEBERÍAS HABERTE VISTO LA CARA! Todo rojito! Venga venga, había venido a por las muñequeras, pero ya me voy que no quiero molestaros eh! Y recordad, usad protección! - se despidió sonriente y moviendo la mano.

    Terrible. Había sido terrible. A ella le daba igual lo que ocurriera. Habría preferido que lo cogiera por el cuello y le diese una paliza, al menos sabría que ella estaba celosa y enfadada. Es más, habría preferido que le dijera uno de esos "no quiero volver a verte en la vida". Pero, simplemente... se rió. Hasta más no poder. ¡Y encima haciendo broma!

    Ese iba a ser un día muy, muy largo para Kenji.
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    Mensaje por xeniachan Jue Mar 04, 2010 1:11 am

    Alumna: Vaya, vaya... ya veo quien es la chica que te gusta, jajaja - exclamó mofandose del pobre Kenji ke aun no sabía como arreglar este entuerto - para mí sería muy fácil hablar con ella y explicarle que todo era un malentendido, aunque claro, eso tiene un precio... - dijo mientras se quitaba la camiseta de deporte.

    Kenji: CALLA VÍBORAAAAAAA!!!

    Kenjí salió corriendo del vestuario, sin saber exactamente a dónde dirigirse se montó en su moto y supo que su único consuelo por el momento sería sentir la adrenalina de la velocidad.

    Mientras, los alumnos se preparaban para las pruebas físicas calentando y escuchando la explicación del profesor.

    Moka: Chicas! Acabo de ver una escena hentai total - dijo al acercarse a sus siempre amigas Suika y Reimu.

    Suika: Moka, háblanos como si no fuesemos otakus anda, que no nos enteramos de nada - le contestó, sonriendo con paciencia y más que acostumbrada a este tipo de jerga otaku.

    Reimu: Quiere decir una escena erótica - tradujo.

    Suika y Moka la miran alucinadas sin decir nada.

    Reimu: ¿Qué pasa? de tanto escucharla hablar de esa forma empiezo a entenderla - resplicó asustada de que se creyeran que le gustaba ese género.

    Moka: Bueno, a lo que iba, he visto al tipo ese motero que es amigo tuyo, en el vestuario de chicas metiéndole mano a una de nuestra clase, jejeje, que risa, si vieses que cara ha puesto!!

    Suika: Kenji? que raro, sabe perfectamente que si le pillan se expone a una expulsión... Oh!! esa debe de ser la chica que le gusta, que pillín, jajaja. Tendré que hacerle un buen interrogatorio.

    Profesor: Venga chicos, que empezamos!

    La clase de gimnasia pasó relativamente rápido. Había sido un día muy completo y para algunos ya era un augurio de empezar mal el curso.

    A la salida del instituto se apiñaban los grupos de amigos que vivían en la misma dirección para irse juntos hacia casa y como ya venía siendo habitual durante los anteriores años de instituto Reimu y Suika se iban juntas, aunque antes de eso, ya era una tradición que Suika se pasara un rato disculpándose ante los chicos que se ofrecían a acompañarla a casa y llevarle los libros. Tras esto emprendíeron el camino juntas.

    Reimu: No lo entiendo, cómo ha podido suceder? - las palabras salían de su boca, con un tono tan incrédulo como triste.

    Suika: Reimu, aun estas con eso? No es para tanto, tampoco es el fín del mundo.

    Reimu: Ya se, debe de haber un error - dijo aliviada y sonriendo nuevamente.

    Suika: ( de verdad le ha afectado ), a ver, que no te preocupes por eso, él es un chico y los chicos ya se sabe, en deportes suelen superarnos por naturaleza.

    Reimu: UNA MIERDA NATURALEZA! Yo siempre fui la que obtuvo mejor puntuación en las pruebas, ese Jong Yung debe de haber hecho trampa, o tomado drogas, o...

    Suika: Para empezar se llama Jung Yong Soo, y lo ha hecho delante de todos, así que descarta que haya hecho trampas. Y no tiene pinta de tomar drogas, se le ve un chico serio y con la cabeza amueblada.

    Reimu: ¿Estas de su parte? Bien, este tio me las va a pagar, voy a entrenar más cada día, porque esto no demuestra nada, ha sido una prueba sorpresa, quizá psicologicamente no estaba preparada, y como siempre soy la mejor, me he relajado demasiado, pero la próxima vez no tendré piedad.

    Reimu y Suika llegan al punto donde sus caminos se dividen y se despiden con una sonrisa en sus labios. Cualquiera que hubiese visto la escena desde fuera se hubiese quedado prendado ante el cariño que desprendian los gestos y sonrisas al decirse adios dos chicas tan guapas y que tanto se querían. Siempre fueron amigas y de algún modo sabían que seguirían siéndolo.


    Jung Yong Soo salió rápido del vestuario, a pesar de que a él nadie le esperaba en la puerta, nadie le dijo adiós, pero a él ¿qué más le daba? Eso no le hubiese reportado ningún beneficio, así que cosas como esas las creía innecesarias, aunque si alguien se hubiese despedido le habría contestado educadamente,
    tal y como su padre le había enseñado. Al contrario que Reimu, no se paró ni un segundo a pensar el resultado de su prueba, él había hecho las pruebas lo mejor posible porque es lo que tenía que hacer, sabiendo de antemano que era el mejor. No se molestaría en comentar esto en casa, para él no era una victoria de la que alardear como habría hecho cualquier otro alumno, simplemente lo hizo.
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    Romanticu Sex-Class!!! Empty Re: Romanticu Sex-Class!!!

    Mensaje por xeniachan Miér Mar 10, 2010 12:36 pm

    Ya era de noche cuando Kenji llegó a casa. Se pasó toda la tarde en la calle, pensando en lo que había ocurrido. Todo fue por culpa de la maravillosa idea que tuvo de colarse en los vestidores. Aunque prefería saber lo que realmente sentía Moka por él que vivir una mentira. Su corazón albergaba una mezcla de sentimientos desagradables: estaba confuso, rabioso, triste y frustrado. Pero por encima de todo se sentía decepcionado. Aquella persona a la que amaba incondicionalmente se había reído de él. Siempre había sobrellevado sus problemas él solo y sin acudir a nadie. Pero esto le superaba. Cuando salió de la ducha, cenó un par de tazas de arroz y se fue a la cama. Como se imaginaba, no podía dormir. Daba vueltas todo el rato y no se quitaba de la cabeza a Moka. En un arranque que rozaba la desesperación, cogió el teléfono móvil y marcó un número. Daba señal... primer tono... segundo... Cuando llegó al tercero estaba a punto de desistir, pero alguien descolgó y contestó:

    Suika: Hmrmrmhm.... Ssssí...?
    Kenji: ¿Suika? Err.. oh, perdona, ¿estabas durmiendo?
    Suika: brrr... hmhm... sí... ¿qué quieres a estas horas...? Espero que sea importante...
    Kenji: Necesito hablar con alguien.

    Suika estaba ahora de piernas cruzadas y aún medio dormida. Vestía una camiseta de tirantes que le venía un poco ajustada, ya que en un año había crecido bastante y quizás le quedaba un poco pequeña debido al volumen de sus pechos. Sin embargo, a parte de sentirse cómoda, no iba a deshacerse de ella. Era una de sus preferidas por la simple razón de que tenían un estampado de fresas y un encaje adorable al final de esta. Además, iba a juego con las braguitas con un encaje similar y con sus correspondientes frutas. A las chicas siempre les ha preocupado no estar arregladas para la ocasión. Pero Suika ni se preocupaba ni le hacía falta, ya que su belleza destacaba por encima de todas las demás por mucho maquillaje que llevaran. Era una hermosura natural, inocente y clara.
    Los muslos se apretaban entre sí y quedaban endurecidos, formando unas voluptuosas piernas que harían caer de espaldas al más inflexible. Y aunque su melena estaba alborotada por culpa de haberse despertado a estas horas, formaban una ondulación descendente que, combinada con su expresión inocente (y ahora casi desvelada), eran la representación de la tentación perfecta para cualquier varón.

    Suika: Vale, ya se que me vas a contar... ¡te has liado con una chica en los vestuarios y la has dejado embarazada! - dijo como si estuviese revelando una verdad sin vuelta de hoja.

    Kenji:
    ¡No he dejado embarazada a nadie, tonta! Además ¿cómo sabes lo de los vestuarios? ¿¡Te lo ha dicho Akashiya!?

    Suika: Menos mal… - al otro lado del teléfono, Kenji puede escuchar cómo Suika suspira aliviada - ¡No me asustes de esa manera!... por otra parte, felicidades campeón, me alegro de que ya tengas novia, pero deberías ser un poco más discreto de ahora en adelante - aconsejó, levantando el dedo índice a modo de advertencia a pesar de que su amigo no podía verla -. Ya sabes que si te pillan te pueden expulsar.

    Kenji: ¿Quieres dejar de sacar conclusiones precipitadas y escucharme? – le costaba horrores explicar lo que le sucedía, y Suika con sus tribulaciones infundadas no lo ponía nada fácil.

    Suika: Es que no vas al grano, ¡Suéltalo ya! – exclamó, controlándose para no soltar un grito - No… no me digas que como ahora tienes novia ya no podemos ser amigos... – Suika pone los ojos como platos, asustada. Su expresión cambia a enfadada tan fugazmente que cualquiera pensaría que la chica sufre transtornos de la personalidad - ¿quién es ella? se va a…[/white]

    Kenji: ¡NO! – cortó intentando tranquilizarla, en su voz se intuye una mezcla de alarma por el bulo que estaba montando ella sola y sorpresa por la imaginación que podía llegar a tener -. Para empezar, no me he liado con nadie, y aunque cueste creerlo, esa tía me acosó cuando me pilló... - se corta él solo, como pensando - bueno, cuando entré al vestuario femenino por motivos personales y en medio del acoso apareció ella que lo malentendió todo.

    Suika: Ah, vale – en primera instancia, parece contenta con la explicación que le ha dado Kenji, pero vuelve a la carga -. Dejando de un lado lo poco probable que es que una chica acose a un chico y menos a uno con pintas de macarra como tú, lo que quieres es que te ayude a recuperar lo que se te perdió en el vestuario, ¿no?

    Kenji: ¡NO! – el grito fue tan ensordecedor que Suika no pudo evitar apartarse el teléfono de la oreja para no acabar sorda. No se creía capaz de llegar a tener una conversación tan rara, y menos con alguien como ella - lo que quiero es que le digas a Akashiya la verdad de lo que pasó y que no me tome por un pervertido[/white] - al decir esto, suspiró aliviado.

    Suika: Y quieres que se lo cuente porque... - y esperó a escuchar la respuesta que jamás se habría imaginado.

    Kenji: Porque me gusta – responde, rápido y en voz baja.

    Suika: ¿Qué has dicho? – no se acaba de creer lo que cree haber escuchado, quizás sea una confusión debida al cansancio y a que aún está medio dormida, así que desea escucharlo otra vez de boca de Kenji.

    Kenji: ¡Que ME-GUS-TA! – dijo lentamente, alto y claro y silabando para que Suika escuchase bien sus palabras.

    Lo que sucedió entonces fue una explosión de carcajadas por parte de Suika. Su ataque de risa duró varios segundos, tras los cuales la chica se secó las lágrimas y cogió aire para poder hablar claramente.

    Suika: Perdona, es que no puedo dejar de reír… - hizo un esfuerzo por volver a la normalidad – Ay, qué dolor de barriga, perdóna... - sus disculpas quedaron cortadas por un nuevo ataque de risa.

    Kenji: Me alegro de que mi sufrimiento te sirva para reír – respondió, claramente abatido por la reacción de Suika que, aunque era esperada, no era deseada.


    Suika: Tranquilízate, hombre. No te preocupes… mañana le explicaré a Moka lo que sucedió y ya está. ¿Desde cuándo te gusta? – una última carcajada, seguida de un suspiro profundo, se escaparon de la garganta de la chica.

    Kenji: Pues ya hace tiempo, más o menos desde este verano, ya te lo contaré con calma un día que sepa que no te vas a partir de la risa.

    Suika: PORFI, PORFI, PORFI... cuéntamelo, ¡que ya no me puedes dejar así! - le rogó, desde ese momento, estaría con la desazón hasta que Kenji le explicase con detalles -. No me gusta que me dejen a medias.

    Kenji: Pues espérate a tener novio... - le contestó divertido.

    Suika: ¿Por qué? - tan inocente como siempre.

    Kenji: Déjalo - indignado de que su broma se echase a perder - En fin, acuérdate de mañana explicárselo todo a Moka y ni se te ocurra decirle que me gusta y menos ahora con la opinión que tiene de mí.

    Suika: Tranquilo que mis labios están sellados – respondió, sabiendo lo importante que es para Kenji esta información -. ¿Y Cuando piensas declararte? ¿Porque piensas declararte, no?

    Kenji: Esa es otra de las cosas que quería decirte, voy a necesitar tu ayuda, pero de eso ya hablaremos... bueno, pues buenas noches doña risitas - le dice irónica y cariñosamente a su mejor amiga.


    [color=white]Suika: Buenas noches ¡Y que sueñes con ACOSADORAS![/coloe] – suelta una carcajada - ¿Kenji? – nota que su teléfono se ha quedado en total silencio - ¡Me ha colgado! Idiota…


    <>


    Eisuke llegó a casa con el tiempo justo de una ducha rápida y cambiarse para asistir al instituto. Llevaba tiempo aguantando este ritmo de vida que tanto lo agotaba, pero no podía ser de otra manera, sabía que no lo dejaría por nada del mundo, era lo que le hacía evadirse de la simple vida de estudiante. Si uno de sus compañeros le hubiese visto horas antes, no habría sido capaz de reconocerlo. Fue decisión suya el sacrificar su físico a cambio de no revelar su verdadera identidad, lo cual le salvaba de no ser expulsado del instituto y le obligaba a ser uno de los chicos más impopulares del mismo tanto entre los chicos, que lo veían como a un ratón de biblioteca y laboratorio, como entre las chicas, que además lo veían como un infeliz, pero… ¿no era popularidad lo que ya le sobraba cada noche que salía?

    Se enfundó el uniforme, se calzó las gafas y salió corriendo sin arreglarse demasiado con la música aún retumbándole en los oídos. El mismo ritual de cada lunes tras un fin de semana en la que, al contrario del estudiante medio, para él era de mucho trabajar y poco dormir porque, además del trabajo nocturno, ya agotador de por sí, debía estudiar de día para no perder su intachable expediente académico. Pero era martes, por lo que no debería haber tenido que ir a trabajar. El por qué de su asistencia a la discoteca no era otro que el décimo aniversario de la misma, que se prolongó desde la noche del jueves hasta la del lunes, dejando a Eisuke totalmente molido, pero tenía que cumplir con sus obligaciones de estudiante y delegado de clase.


    Hasta ahora su doble identidad no había sido un problema, pero las cosas estaban cambiando y sabía que tarde o temprano se encontraría en la encrucijada de desvelar la verdad. Primero tenía que contarle todo a Moka, eso era lo que más temía, siendo amigos desde siempre y ocultándole la verdad como si nada. Eisuke rogaba a los dioses que Moka se tomase bien que le hubiese estado ocultando este secreto durante el año y medio que lleva trabajando para su padre – aunque su padre sólo ejercía de jefe, pues el trabajo sucio lo hacía todo él, lo cual le suponía una carga de estrés añadida -.


    Los estudiantes llegaban progresivamente a la puerta del prestigioso instituto y ella los observaba desde la ventana. Llevaba puesta la bata típica de la clase de arte, con la excepción de que era más corta y ajustada de lo que se podría denominar "políticamente correcto" insinuaba sus encantos bajo su bata y una interminable cascada de cabello pelirrojo caía brillante por su espalda. Estaba ansiosa por saber cuales de todos esos guapos y jóvenes estudiantes iban a asistir a su clase de arte y quienes de ellos serían aptos para sus clases particulares.


    Moka estaba apunto de entrar a clase cuando por fin vio a su prima.

    Moka:¡Yumi![i] – exclama para llamar su atención

    Yumi: ¡Prima! - le dijo adiós con la mano y siguió con su paso apresurado.

    Moka: Pero... esta niña ¿qué se ha pensado? pasando así de su prima...

    Eisuke: ¡Buenos días, Moka! – su aspecto es impecable, digno de un delegado de clase como es él. Nadie diría que hace apenas tres horas estaba en la cabina del DJ de una de las discotecas más populares de la ciudad.

    Moka: ¡Buenos días! – saluda, bostezando -. Algún día me tienes que explicar tu secreto. Siempre vienes de los primeros al Instituto y jamás te he visto con cara de sueño. ¡Ni una ojera!

    Eisuke: Ehr… - no sabe muy bien a qué viene eso, pero tenía algo que decirle a su amiga, así que se acercó a ella un poco -.Oye, ¿podríamos quedar esta tarde un rato? Quisiera hablarte de algo –, le susurra. Normalmente en el Instituto su semblante es serio, como se exige en un delegado de clase, pero hoy está más serio todavía, tan serio que intimida.

    Moka: ¿De qué cosa? – pregunta, un poco asustada, al ver la cara de su amigo. Es extraño que sea él quien le pida reunirse, ya que suele ser ella la que insiste para que queden.

    Eisuke: Esta tarde en el parque de siempre y lo sabrás- en su cara se dibuja una pequeña sonrisa que resulta tan extraña - Eisuke no suele sonreír dentro del recinto del instituto – que intriga a Moka. Teniendo esto en cuenta, Eisuke sabe de sobra que Moka aparecerá en el parque aunque sea arrastrándose.

    Moka: ¡Ay, no! A veces odio que me conozca tanto. ¡Reimu!

    Reimu: ¡Hola! ¿Has visto a Suika hoy?

    Moka: Pues no, qué raro… Ella que siempre llega la primera. Quizá se haya quedado dormida, o esté enferma… Si no aparece, ¿la iremos a ver a su casa esta tarde?

    Reimu: ¡Vale! – exclama Reimu, a quien no le importa en absoluto retrasar su entrenamiento para ir a ver a su amiga.

    Moka: Pero primero tengo que ir a hablar con mi prima Yumi, y había quedado con Eisuke… Pero seguro que puedo hacerlo todo – echa cuentas en su cabeza –. No creo que lo de Yumi me lleve más de diez minutos, y a Eisuke puedo verlo después de ir a visitar a Suika… - pensando que hoy, entre todo lo que tiene que hacer y los deberes, se le amontonan los quehaceres con la visita a casa de su amiga.

    Profesor: Vamos, chicos… luego os contáis lo que queráis – les llamó la atención para que callasen ya de una vez, pues hacía rato que él estaba allí -. Saluden.

    Desde su pupitre Eisuke miraba hacia donde tenía que estar sentada Suika preguntándose si quizá estaría mala, imaginándosela empapada en sudor por la fiebre y ataviada con un fino camisón que insinuaba sus formas sin llegar a enseñar más de lo debido.

    Suika: Eisuke, estoy tan caliente... - le decía ella desde la cama de la enfermería con una voz tan sensual como angelical e inocente, que le ponía la carne de gallina a pesar de que eso sólo fuera una imaginación -. Podrías pasarme un paño húmedo por todo el cuerpo para refrescarme…

    Eisuke: Pero, Suika… - respondió Eisuke, sonrojado de pies a cabeza, sin saber dónde meterse -. No sé si debería…

    Suika: No te dejes ninguna parte – mientras se desabrochaba los botones del camisón, empezando a mostrar esas formas femeninas que tan locos volvían a todos los chicos del instituto -. Mi salud depende de ello…

    En el mundo real, el profesor estaba corrigiendo los deberes que, a pesar de ser el primer día, eran cuantiosos y muy difíciles.

    Profesor: Oda… - no recibe respuesta del chico, que está mirando a las musarañas con una sonrisa tonta y los ojos vidriosos, como medio dormido -. ¡Oda!

    Eisuke: S…- el grito del profesor le saca a rastras de su sueño -. ¡Sensei! ¡Dígame!

    Profesor: ¡Oda! ¿En qué estás pensando? – inquiere, con tono severo.

    Eisuke: En… ¡En nada, sensei! – exclama, intentando disimular.

    Profesor: No es propio de ti este comportamiento, pero puesto que es la primera vez que te pasa y estamos a principio de curso, te lo pasaré, pero que no vuelva a repetirse – le reprende -. Sal a la pizarra a resolver ese ejercicio.

    De repente se da cuenta de que su pantalón está más abultado de lo que debería y parte de la sangre que tenía concentrada en la parte de la bragueta se le sube a la cabeza y se pone rojo como un tomate. Definitivamente no podía salir a la pizarra, sino sería el hazmerreír de toda la clase.

    Eisuke: Sensei...ehr... Es... muy fácil para mí, mejor que lo haga otra persona - su voz sonó poco decidida y la clase se quedó atónita por ese comportamiento poco habitual en el delegado de clase.

    Profesor: Gracias por esa demostración de modestia… - claramente enfadado, a punto de perder la paciencia -. Si tan inteligente dices que eres, levántate de tu asiento y… - coge aire para pegar un grito -. ¡Sal ahora mismo a resolver ese ejercicio!

    Cuanto más nervioso se ponía, notaba que su bulto se hacía más grande que no podía hacer nada por contenerlo. Pero cunado creía que no tenía más remedio que levantarse y ser la burla de todos, la puerta de la clase se abrió y… ¡Se obró el milagro! Se apareció el ángel salvador.

    Suika: ¡Perdone, profesor, llego tarde! – entra a la clase en tropel, sudando, despeinada y respirando agitadamente por la boca. Eisuke suelta un suspiro de alivio que no se nota al estar todas las miradas puestas en su enamorada.

    Profesor: Sakurada… - hoy no es el día del profesor, Suika no suele llegar tarde y Eisuke no suele mostrar este comportamiento -. ¿Qué te ha sucedido que llegas tan tarde? - le hablaba como el resto de profesores, siempre tan permisivos con las chicas, y más aún si son guapas.

    Suika: ¡Perdón, profesor! – repite, poniendo una adorable sonrisa de disculpa que calma los hasta ahora caldeados ánimos del profesor -. Me quedé dormida… - dijo mientras hacía una reverencia y procedía a sentarse en su pupitre.

    Profesor: No te preocupes – intenta confortarla, sonriendo -. a todos nos ha sucedido alguna vez, pero procura que no te vuelva a pasar. Bueno – intenta recuperar el hilo. Su humor había ido a mejor, y eso se notaba en su voz - ¿algún voluntario para resolver el problema?

    Eisuke respiró aliviado y su cuerpo pudo volver a la normalidad. Estaba seguro de que lo que acababa de pasar era cosa del destino, Suika era su salvadora y no podía ser una simple casualidad.

    A la hora del recreo, Suika se disculpó ante sus compañeras y salió de clase a toda prisa en busca de Kenji. Todo lo que encontró en su clase un aula improvisada llena de gente que por un motivo u otro habían vuelto a la escuela tras años de hacer el vago. Las chicas iban más pintadas como puertas y los tíos lucían tatuajes y peinados típicos de las bandas callejeras como tupés y crestas. Y entre los muchos que ya el segundo día faltaban a clase, estaba él.

    Suika: ¡Perdonad! – entró tímidamente en el aula hablando como si le hablase a un perro - ¿No ha venido hoy Kenji?

    Macarra: No… - el chico, teñido de un rubio bastante grotesco y con una cresta muy bien cuidada, sonreía de una manera que a él le parecía seductora, pero que a Suika le parecía más bien aterradora -. Pero yo puedo ser quien tú quieras, nena…

    Suika: ¡Gracias, adiós! - y se dirigió hacia la puerta apresuradamente.

    El muchacho, en un rápido movimiento, le cortó el paso poniendo su brazo entre ella y la puerta. Suika no sabía como reaccionar ante tal situación, miró atrás para ver si había alguien al tanto de lo que sucedía, pero esa clase no era como la suya y nadie le estaba prestando especial atención.

    Macarra: Ya ves que aquí el único que te hace caso soy yo - y se rió de una forma incluso demasiado grotesca para un tipo como él -. ¿Me lo agradecerás de alguna manera…?

    Suika: Te...tengo clase y... bueno, tengo que irme – la chica estaba al borde de las lágrimas, cosa que aún espoleaba más a quien la acosaba, su voz no era más que un suave hilo de voz que a duras penas lograba escucharse.

    Macarra: Tranquilízate, chica. No te voy a hacer daño… - eso aún sonaba peor para Suika, que rogaba un milagro para que la dejase en paz -. Aún quedan 20 minutos para que empiecen las clases, aunque si tantas ganas tienes yo puedo darte clases particulares... – de repente, el chico retrocede soltando un grito y llevándose las manos a la cabeza, algo se la había golpeado.

    Reimu: Ala, perdona, ¿te he dado? - dijo intentando parecer inocente, aunque no le salía nada bien - , es que estos shinai son buena gente y les da por proteger a las chicas indefensas aun rebelándose contra su dueño… así que no te acerques mas a Suika o puede ser que se rebele otra vez – la sonrisa inocente que mostraba se torna en una cara amenazadora que intimidaría a cualquiera.

    Macarra: ¿Bromeas?, Voy a enseñarte que hay gente con la que no deberías jugar, niñata –descargó su brazo directo a la cara de Reimu, pero esta, que tenía más formación que el chaval, detuvo con suma facilidad su golpe, contraatacando con una patada en el estómago que hizo retroceder al gamberro sin poder respirar y retorciéndose de dolor..

    Reimu: Vamos Suika, odio a los flojeras… - miró con desprecio a la gente de esta clase y cerró la puerta, a sabiendas de que ninguno de los chicos del aula osaría seguir a las chicas, a pesar de tomarse el comentario de Reimu a modo de provocación.

    Suika: Guau… - aún no ha recuperado el color del susto que había tenido -. ¡Eso ha sido increíble, muchas gracias!

    Reimu: Que decepción… -niega con la cabeza, visiblemente contrariada -. Creía que en esa clase los tíos serían más fuertes… - suspira, volviendo a negar con la cabeza, pensando en si quizás se quedará soltera toda la vida -. En fin, de todos modos es mejor que no te acerques a esa clase durante un tiempo.

    Suika: Sí será mejor, por cierto, ¿dónde está Moka?

    Reimu: Ha ido a ver a su prima… Yumi, creo que se llamaba. Está mosqueada porque pasa de ella – suelta una suave carcajada más propia de una chica de su edad, totalmente opuesta a la mirada que tenía hace sólo un momento.

    Madara observa a las chicas desde la puerta y piensa en cuánto desearía poder entablar conversación con ellas, pero piensa que con su aspecto lo más probable es que huyan despavoridas, así que se conforma con mirar. Él es un chico de 16 años, buen estudiante, aunque no el mejor, y su afición son todo tipo de ciencias. Está ahorrando para una operación de cirugía ocular, aunque con ello solo conseguirá reducir sus dioptrías, ya que está tan cegato que harían falta dos operaciones para corregirle su mal, pero se conforma con no tener que volver a ponerse esas gafas que tanto odia.
    Un día hizo de tripas corazón e hizo una prueba de hasta dónde llegaba su atractivo. Fue a la peluquería y se cortó el pelo a lo que según la jovencita que le atendió era la última moda, y al llegar a clase se quitó las gafas en un intento de ser algo más agraciado, esperando escuchar los comentarios de sus compañeras, el problema es que con 16 dioptrías incluso un pupitre podía ser un obstáculo mortal y hasta llegar a su sitio se cayó 2 veces al tropezar con objetos varios. Quedó todo despeinado y no le quedó más remedio que ponerse las gafas de nuevo y lo único que consiguió fue las carcajadas de sus compañeros.

    << En el recreo>>

    Moka estaba dando una vuelta por el patio de recreo, que más que “patio” podía llamarse “complejo deportivo”, pues contaba con dos canchas de baloncesto, otras dos de fútbol sala, un campo de fútbol y pistas de atletismo, buscando a su prima. Tras diez minutos de ardua búsqueda, la encuentra sentada en un banco, mirando a quién-sabe-dónde.

    Moka: ¡Hola, Yumi! – saluda, sentándose junto a ella.

    No recibe respuesta.

    Moka: ¿Qué haces? – pregunta, intentando que su prima le haga caso.

    Yumi: Observo – quien la mire, incluso se asustará. Está mirando en dirección a un grupo de chicos jugando al ajedrez en las mesas que hay habilitadas con una expresión insondable, mezcla de concentración e… ¿interés?

    Moka: Y... ¿qué observas? - intentando sacar algo de conversación.

    Yumi: Empollones – responde con una sonrisa de oreja a oreja en la boca.

    Moka: (joder, mi madre me dijo que la cuidase, que era un poco rarita, pero las veces que vino a casa era muy normal) Aaaaah, ¿es que tienes algo en contra de ellos? – extrañada. Nadie, bajo el punto de vista de Moka – y de cualquier chica de su edad – mosatraría tanto interés en un grupo de empollones.

    Yumi: No, si me encantan… - tal como lo ha dicho, no puede sonar bien de ninguna manera, la chica acerca su cabeza a la de Moka, sin dejar de mirar a los chicos -. Lo que pasa es que estoy realizando una investigación secreta – confiesa en un susurro.

    Moka: Y ¿de qué se trata? - respondió bajito e intrigada, metiéndose en el papel.

    Yumi: Pues... quiero encontrar al que tenga más pinta de empollón para regalarle mi virginidad - sentenció asintiendo con la cabeza, atenta a cada movimiento del grupo de chicos que jugaban al ajedrez.

    Moka se quedó de piedra, de veras empezaba a pensar que su madre tenía razón y que su prima era cuanto menos un poco rarita.

    Yumi: ¿Qué tipo de chicos te gustan a ti? - mirándola y esperando una respuesta.

    Moka: ... pues... no se – pensando, automáticamente, su mirada se volvió hacia arriba y los dedos índice y pulgar se abrieron, sirviendo de apoyo para su mentón, dándole un aspecto de lo más adorable -. Debería ser una mezcla entre justiciero como Naruto, divertido como Great Teacher Onizuka, inteligente como Light...

    Yumi: Espera... – le corta, girando la cara hacia ella con los ojos como platos, antes de que siga con su idea de hombre ideal - ¿no son personajes manga? – teniendo una prima como la que tiene, lo raro sería que nunca hubiese escuchado estos y muchos más nombres.

    Moka: - contesta con la mejor de sus sonrisas.

    Yumi: ¡Estás loca! – le espetó, escandalizada -. ¡Por menos que eso ya te podrían llamar depravada!

    Moka: ¿Pero qué...? – no se cree lo que está escuchando - ¡Aquí la única depravada eres tú, buscando a un empollón para regalarle tu virginidad! - contesta indignada

    Yumi se disponía a abrir la boca para contestar, pero en vez de eso levantó la cabeza en dirección a un sujeto de gruesas gafas encorvado que camina cabizbajo por el patio.

    Yumi: ¡Lo he encontrado! - y sale corriendo lanzándose a los brazos del hombre que le ha robado el corazón.

    Moka, alucinada no puede ni cerrar la boca abierta que se le ha quedado, pero su sorpresa no se puede comparar a la de Madara, que de golpe y porrazo ha pasado de mirar melancólico a las chicas a estar abrazado por una de ellas.

    Yumi: ¡Te he encontrado al fin! – exclama a voz en grito - ¡Tú eres quien va a tomar mi virginidad! – tiene suerte de que no haya ningún profesor cerca, pues toda la gente alrededor de la pareja, chicos incluidos, se giran hacia ellos estupefactos por los gritos de la chica, y se quedan más patidifusos aún cuando ven que a quien está agarrada no es al capitán del equipo de fútbol, sino al empollón gafotas de Madara.

    Madara no acaba de creerse lo que acaba de escuchar, esta es una situación insólita, es imposible que una chica bonita le esté diciendo una cosa así. Ni se plantea que la cosa vaya en serio. Que lo que le acaba de pasar es una broma es un hecho sin vuelta de hoja, al menos a sus ojos.

    Madara: Sí, muy bonito todo – responde, poniendo todo el sarcasmo que puede a la frase -. ¿Quién te ha mandado para que me hagas esta broma? ¿O bien es una cámara oculta? - empieza a mirar a su alrededor y ve que todo ha vuelto a la normalidad y nadie les presta el menor caso.

    Yumi: ¿Qué dices? – responde, arqueando las cejas -. Venga… vamos al baño, que quiero que me hagas una mujer - totalmente seria y haciendo un esfuerzo por parecer sexy que sólo resultaría efectivo con un pedófilo, pues su aspecto es bastante infantil.

    Madara: Al...al... ¿al baño? - se pone rojo y, bajo esas pedazo de gafas que lleva, sus ojos se ponen como platos - Pe... pero qué... - suena el timbre de que es hora de volver a clase y sale corriendo. Su cara de “salvado por la campana” es un libro abierto para cualquiera que le mire.

    Yumi: ¡No me abandones ahora que te he encontrado empollón! – tan escandalosa como siempre -. ¡Te espero a la salida! - y ella también sale corriendo hacia clase dando saltitos de alegría.

    Moka empieza a caminar lentamente hacia la puerta de entrada, no comprende la situación que acaba de vivir, sorprendente sería poco para describir la actuación de su prima y como si acabase de tener una revelación dice en voz alta: "¡Mi prima es una pervertida!" y se apresuró a entrar a clase.

    Madara se dispuso a entrar en el edificio para ir a clase con la cabeza puesta en lo que ha pasado en el patio, no creyéndose lo que acaba de pasar. ¿Por qué le gastarían una broma así, si él no se metía con nadie? ¿Será que a la gente le gusta reírse de las “desgracias” de los demás? Entró al aula, convencido de que en el baño habría alguien preparado con una cámara para grabar la broma.
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    Romanticu Sex-Class!!! Empty Re: Romanticu Sex-Class!!!

    Mensaje por xeniachan Vie Mar 19, 2010 5:39 pm

    Ante la incredulidad de Madara las clases pasaban rápidas una tras otra, y cada vez se ponía más nervioso, no sabía que pasaría a la salida, si realmente esa chica le estaría esperando, y no tenía ni idea de cómo afrontar la situación sin quedar demasiado humillado ante semejante broma.

    Con cara de cansancio, a Zero se le hacían interminables las clases, se aburría muchísimo, no atendía y se conformaba con sacar notas mediocres ya que su padre tenía el suficiente dinero para asegurarle pasar de curso sin problema y tenía un buen futuro asegurado.

    Zero: (mierda de matemáticas, si no sirve para nada todo esto, a ver si llega pronto el cambio de clase y sobo unos cuantos pechos)

    En el intercambio de clase, las chicas le daban dulces que traían expresamente de casa y chucherias que Zero comía con mucho gusto ya que para él, engordar era cosa inimaginable gracias a su constitución delgada y pequeña.

    Profesor: Ahora os presentaré a la nueva profesora de arte, sed amables con ella y tratadla con respeto. Señorita Mizuki pase porfavor

    Mizuki: Buenos días - entró con paso decidido y con contoneos más propios de una modelo - gracias profesor - le dijo a su compañero a modo de despedida.

    Los alumnos se quedaron perplejos de que una mujerona así fuera a ser su nueva profesora de arte. Estaban acostumbrados a profesores excéntricos cuyo físico era propio de un chiste. Hubo dos tipos de reacción: alegría por parte de los varones y envidia por parte de las chicas.

    Mizuki: Chicos, soy una profesora muy severa, lo que quiero conseguir en esta clase es sacar todo vuestro potencial y si es necesario dedicaré mis tardes a dar clase de refuerzo a quien yo crea conventiente.

    Zero pensó que por fín una clase iba a ser interesante.

    Mizuki: Vamos al aula de arte, quiero comprobar que tal andáis de inspiración - y salió por la puerta sabiendo que los alumnos de un instituto así la seguirían sin rechistar.

    Entre susurros y cuchicheos llegaron al aula de arte que estaba en la segunda planta, llena caballetes y lienzos en blanco.

    Mizuki: Coged cada uno un caballete y un lienzo y poneos en círculo. En la mesa hay pinceles y pintura que podeis utilizar. Quiero que dibujéis algo que os guste mucho, eso es todo.

    Los alumnos recogieron los materiales y empezaron a pintar. Mizuki observaba detenidamente a cada uno de sus estudiantes, chicas guapas, chicos atléticos, cuatro ojos... nada que se acercase a lo que ella pudiese llamar musa y que excitase sus cinco sentidos. Hasta que sus ojos fueron a parar a Zero. Él estaba dibujando sonriente mientras las compañeras que tenía al lado lo adulaban por lo bonito que le estaba quedando el lienzo y le acariciaban a modo de aprobación como si de un niño pequeño se tratara. Oh sí, eso si que era algo que la hiciese inspirarse hasta el punto de poder pintar una catedral entera, ya sabía quien iba a ser su elegido para sus "clases particulares".
    Mizuki se acercó al muchacho que la recibió con una angelical sonrisa y la carne se le puso de gallina. Se asomó a su lienzo y vió lo que estaba pintando. Era un prado lleno de conejitos y flores en un día soleado.
    Zeró esperaba la típica reacción de las chicas que siempre se derretían cuando se comportaba como un niño pequeño, pero para su sorpresa la profesora se enfadó.

    Mizuki: ¿Cómo te llamas? - preguntó bien seria.

    Zero: Ayanokoji Zero - asustado

    Mizuki: te quiero ver aquí al acabar las clases, vas a aprender a dibujar como un chico de tu edad real y no como un niño pequeño!!

    Zero: Sí profesora - y bajó la cabeza

    Al acabar la clase las chicas fueron corriendo a consolar al pobre Zero que parecía triste, y criticaban con dureza a la que había humillado a su juguete, a su niñito pequeño y adorable. Por otra parte los chicos se reian y pensaban que por fín había llegado el momento en que tendría su merecido.

    Mizuki pasó por cada uno de los lienzos y vio reflejado en ellos la personalidad de cada alumno. Entre los que más destacaban había uno que le llamó la atención: era un impresionismo curioso. Podía distinguir una figura bípode, un hombre, rodeado de un panorama triste. Le recordaba a Monet, pero la pintura del alumno era más apagada, falta de esperanza. En otro de los lienzos había un mal intento de aparentar ser la viñeta de un manga, en ella aparecía una chica vestida de colegiala y con orejitas de gato, su cabello era largo y negro y llevaba una guitarra colgada y en la esquinita del lienzo ponía a letras mayúsculas K-ON, Mizuki sonrió pensando qué puñetas debía significar eso. En otro lienzo se dibujaba una boutique llena de coloridas ropas estampadas de fresitas, platanos y otras frutas y así fue repasando lienzo por lienzo y anotando en su libreta sus impresiones. Solo le quedaba esperar a que su alumno volviera para que ella le enseñase de verdad lo que era el arte.

    << Acaban las clases>>

    Madara se disponía a salir y no sabía qué podía encontrarse, pero no pensaba acobardarse ante una panda de seguro ignorantes que querían reirse de él y salió con paso diligente hacia la puerta del instituto y no necesitó siquiera buscar con la mirada si realmente estaba ahí esa chica que no sabía ni cómo se llamaba.

    Yumi: Hola, mi hombre!! - y se agarra de su brazo

    Madara: Pe...pero qué...

    Yumi: Antes no te he dicho mi nombre, me llamo Yumi, aunque tú puedes llamarme como quieras - apretándose contra su brazo.

    Madara: N... no se que pretendes, pe... pero esta broma no tiene gracia!! - intentaba hablar de modo firme pero los nervios le causaban tartamudeo.

    Yumi: ¿De qué hablas? Tú eres mi elegido, el empollón que me hará perder la virginidad, y cuanto antes mejor, que solo de ver esas gafas de culo de vaso me pongo toda mojadita

    Madara: .... - petrificado - ...

    Yumi:[/color] ¿Cómo te llamas? - llena de emoción

    Madara: Kisu Madara... (mierda, para qué le contesto si esto es solo una broma pesada)

    Yumi: Madara... Kisu?? Alaaaa, eso significa que quieres un besoooooo!!! - tiró de él con fuerza hacia sí y le plantó un humedo beso en los labios.

    Madara no entendía nada, no creía que nadie quisiera besarle ni para gastar la broma más graciosa del mundo, pero era una sensación tan dulce... tenía que aprovecharla al máximo, así que le devolvió el beso sistemáticamente.

    Suika: Yumi!! Kisu!!! ¿Qué es esto? - gritó Suika hecha un lio de ver al rarito de la clase y a la prima de su amiga. - Como se entere Moka...

    Yumi: Moka ya lo sabe, le he dicho que este es el hombre al que le voy a regalar mi virginidad aunque tenga 30 años más que yo, así que déjanos tranquilos!!

    Suika: Pero si solo eres una niña!!! Bueno yo no quiero saber nada, pero Kisu, no creo ke a Moka le haga gracia que te enrolles con su primita, ándate con cuidado.

    Madara: Pero si yo no estaba haciendo nada, esta chica y sus amigos me deben estar gastando una broma.

    Yumi: Que pesado, esto no es ninguna broma, ¿Es que no quieres aceptarme? ¿soy demasiado poco para tí? ¿no es suficiente mi virginidad? - toda emocionada con las lágrimas saltadas

    Madara: ¿Quieres decir que esto no es una broma?

    Yumi: Nooooo!

    Madara: Entonces... no entiendo... por qué debería de gustarte yo?

    Moka irrumpe en ese momento

    Moka: Porque mi prima es una pervertida y le gustan los empollones, Yumi porfavor, estas a tiempo de remediar esta locura - le suplica agarrándola la mano amorosamente.

    Yumi: ¿Tú me llamas pervertida porque me gusta este empollón? Pero si a tí te gustan los tios de los dibujos!!! Madara es mi amor, el hombre a quien entregaré mi cuerpo y ya está decidido!!

    Madara no puede creerselo, una chica se le ha puesto en bandeja para tener sexo!!! Ya podía imaginarselo...

    <>

    Yumi: Por favor inteligentísimo y apuesto Madara, házmelo con cariño, es mi primera vez - ella estaría tumbada en una cama llena de rojos pétalos de rosa que acentuaban la blancura pura de su piel. Sus pechos pequeños y en contraste con su delgado cuerpecito extremecido por la fresca brisa que entraba de el gran ventanal de su habita...

    << Le cortan la ensoñación >>

    Moka: Cerdo!!! - grita mirándo la zona abultada de su pantalón

    Madara sigue la mirada de Moka y se da cuenta de que la excitación le ha traicionado

    Madara: No es lo que pensais!! Esto... tengo que irme adios!!

    Yumi: Le he excitado!!! eso es que ha aceptado ser mi hombre, jajajaja

    Moka: Se lo voy a decir a tu madre y que te pare los pies ahora que estamos a tiempo.

    Yumi: No te atreverás!!

    Y así se fueron discutiendo hasta alejarse de Suika que había presenciado esa escena tan extraña. Estaba esperando a Reimu que había ido a pegar unos carteles del club de kendo por los pasillos del instituto.

    Zero fue al baño antes de ir al aula de arte y se miró al espejo sonriéndo. Todo había ido como la seda, él dibujó algo tan infantil para tener que recibir clases de esa exhuberante profesora. Al salir de baño se encontró con Reimu que iba cargada de papeles.

    Zero: Hola, necesitas ayuda?

    Reimu: No, gracias, posiblemente con tu altura no llegarías a pegar los pósters - y prosiguió su camino como si nada

    Zero: (ya caerás ante mis encantos tarde o temprano)

    Zero abrió la puerta despacio y vio a su profesora que le estaba esperando.

    Mizuki: Pasa, pasa Ayanokoji - estaba sentada tras la mesa, sin la bata y al inclinarse sobre la mesa sus voluminosos pechos quedaban casi al descubierto debido a la escotada camisa que llevaba. - Quizá opines que he sido demasiado dura contigo, pero algún día me lo agradecerás.

    Zero: Sin duda profesora - dijo Zero sin apartar la mirada de el pronunciado escote.

    Mizuki: Bien - dándose cuenta de que el chico estaba mirando justamente donde ella quería - Empezaremos haciendo un ejercicio de movimiento, es muy sencillo, tendrás que dibujar algo que va cambiando de forma y para ello iras dibujando nuevos lienzos, el dibujo no ha de ser perfecto, solo tiene que reflejar ese cambio de movimiento, así que con la silueta me vale.

    Zero cogió los arreos de pintura y esperó a que la profesora le mostrase lo que tenía que dibujar y para sorpresa de él Mizuki puso un taburete en medio de la clase y se sentó en una insinuante postura.

    Mizuki: Tienes que dibujarme a mí - Zero se quedó muy sorprendido y estaba rojo sólo de pensar en tener ke dibujar el contorno de la esbelta figura de su profesora.- o si lo prefieres te pongo un bodegón.

    Zero: No profesora, si es usted está bien - empezando a dibujar.

    Nadie lo sabía pero Zero tenía mucho talento, todos los cuadros de su casa habían sido pintados por él y además ni siquiera necesitaba modelos, su imaginación era suficiente para hacer un bonito dibujo.

    Zero: Profesora ya está.

    Mizuki: Pues ahora cambia de lienzo y dibuja el siguiente - la profesora, ke cuando fue a por el taburete cerró la puerta con pestillo, se desabrochó la camisa completamente, dejando a la vista un sujetador negro de encaje que hizo que Zero se pusiese a toser - ¿Estás bien? - quitándosela por completo y arrojándola a un lado del aula

    Zero: Cof cof, s..sí - él había visto muchas veces a chicas en ropa interior, pero nunca se imaginó que le sucedería esto con una profesora, y muerto de nervios continuó pintando.

    Mizuki: (Que mono, ya se ha puesto nervioso, espero que no tarde en acabar el dichoso dibujo)

    Pasados unos minutos Zero tenía acabado su lienzo y cogió otro en blanco ante lo cual Mizuki se quitó la falda y cambió la pose, sentada de piernas abiertas y apoyando las manos sobre sus esculturales muslos.

    Zero no podía creerselo, si esto continuaba empezaría a sangrar por la nariz o algo aun peor, era demasiado para un chico que normalmente era tomado por tan solo un niño, pero ¿Qué podía hacer? ¿Decirle a la profesora que se iba? No sabía que hacer y sus pinceladas cada vez atinaban menos, solo dibujaba borrones y cuando no podía más la profesora se levantó y se acercó a donde él se encontraba.

    Mizuki: Veamos como te ha quedado - y observó meticulosamente cada trazado del pincel de los tres dibujos - había una clara evolución, el primero era perfecto, pinceladas seguras y acertadas, el segundo era correcto, pero no digno de un genio como Zero, y el tercero podría haberlo igualado cualquier niño de primaria y eso mismo es lo que ella quería, era la evolución que había planeado, dejando de lado la sorpresa de su primer dibujo, el cual no esperaba que fuese algo tan perfecto, pero eso ya daba igual, el proceso de seducción había dado resultado. Sólo había tanteado el terreno. El chico se había puesto tan nervioso ante una mujer imponente como ella que había dibujado fatal y eso significaba más clases de refuerzo, aunque la próxima no sería tan light como esta, iba a ir a por todas, porque a ella le encantaban los niños monos como él - Creo que vas a necesitar más clases, este dibujo no está nada bien.

    Zero: (uff, creía que venía para hacer alguna otra cosa) - suspira aliviado - De acuerdo profesora.

    Mizuki: Gracias, ya puedes irte - le contesta inmutable.

    Zero salió por la puerta mientras la profesora se vestía. No podía creerse lo raro que había resultado todo, nunca había estado tan nervioso ante una mujer, y qué mujer!! Y a pesar de los nervios que había pasado, deseaba que llegase pronto la siguiente clase de refuerzo.

    A las cinco en punto estaba Eisuke en el parque y como siempre Moka llegaba tarde. Cuando eran más pequeños, venían a este parque y jugaban a que eran ninjas, igual que en los dibujos. Moka era una ninja novata y Eisuke su sensei, e igual que cada tarde los ninjas malos atacaban su pueblo y secuestraban a Moka tras una breve lucha y Eisuke tenía que ir a rescatarla a lo más alto de la torre, que en este caso era el tobogán, esquivando a infinidad de enemigos y trampas. Ya hacía muchos años que dejaron de jugar.

    Eisuke vio venir a Moka andando tranquilamente. Iba vestida tan mona como siempre,con una faldita de volantes, nekomimi rosa con orejitas de conejo y manoplas a juego; los calcetines negros de topitos rosas le llegaban por encima de las rodillas enfundados en unas botas planas decoradas con un lacito a cada lado, elemento que hace dos fines de semana fue imprescindible para decidirse a comprarlas. Sus colores predilectos eran el rosa y el amarillo, aunque le gustaban todo tipo de colores pastel y cosas como lazos, topos y orejitas eran para ella los complementos perfectos. Moka entra en el parque y no ve a su amigo por ninguna parte, sólo ve a un chico guapo sentado en un banco al que mira de reojo.

    Moka: (que raro que eisuke llegue tarde) - y ve que el chico se levanta y se acerca a ella sonriendo.

    Eisuke: Hola Moka-chan!!

    Moka: ¿Cómo sabes mi nombre? - pregunta alucinada

    Eisuke: Ah, ya veo, no me reconoces... Creía que almenos tú podrías darte cuenta - y se empieza a reir - Moka soy yo, Eisuke.

    Moka: ¿Qué? Si ya... estoy esperando a un amigo, así que discúlpame - saca su movil del bolsillo y marca el número de su amigo y tras el primer tono oye la canción de un movil que suena a su lado.

    Eisuke: Moka, me estas llamando a mí!! Que soy yo joder, que para eso quería quedar contigo esta tarde, para explicártelo todo.

    Moka no es capaz de articular palabra, no sabe si pensar que este tío bueno se ha cargado a su amigo, le ha robado el móvil y quiere suplantar su identidad o si realmente es su amigo que por arte de magia ha dado un cambio totalmente radical y por eso está irreconocible.

    Eisuke: A ver... somos amigos desde pequeños porque veniamos a jugar al mismo parque... jugabamos a los ninjas... soy el delegado de clase... el año pasado te dejé tirada en el club de manga... ¿Sigo? - y la mira esperando ver alguna reacción en su cara de alucine - Joder moka, soy yo!!

    Moka le mira a los ojos e intenta distinguir entre tanto atractivo al empollón otaku de su amigo.

    Moka: Eisuke... Pero ¿Cómo es posible que seas tan guapo y esta mañana eras un tio normal y corriente? - aún no se lo cree del todo aunque ve que los rasgos
    de ambos coinciden.

    Eisuke: Bueno es una larga historia, vayamos a tomar algo.


    Moka llegó esa noche a casa con mucha información que procesar en su cabeza. Su amigo de la infancia, al que creía que conocía, era en realidad un famoso DJ de una importante discoteca, su aspecto en el instituto era solo una tapadera para poder llevar una vida normal y para que la gente no fuese con él por interés y lo más importante, estaba enamorado hasta más no poder se su amiga Suika, lo cual explicaba muchas cosas. Eisuke incluso había trazado un plan para un acercamiento a Suika y ella tenía que ayudarle.

    Moka: Joder, vaya día, primero mi prima y luego Eisuke... este curso va a ser muy interesante - y cuando se durmió soñó con muchas de las posibles historias que sucederían de aquí en adelante.


    <>


    Era la hora del recreo. Mientras todos los demás alumnos estaban hablando, jugando y disfrutando de su tiempo libre, Reimu aprovechó esos minutos para guardar los carteles sobrantes del día anterior. Había empapelado casi todo el instituto y sonreía orgullosa por el buen trabajo que había hecho: seguro que eso atraería a muchos nuevos aspirantes. Fue por detrás del emplazamiento, hacia el almacén del club de Kendo. Al llegar, abrió la puerta, dejó los carteles y comprobó que todo estuviera en órden:

    Reimu: ¿Qué es est....? Argh! - cogió uno de los bokken. Estaba resquebrajado, probablemente por culpa de las chinches que habitaban ahí - Les dije a esos estúpidos que tenían que limpiar el almacén... Ya verán ya...

    Cogió el bokken roto y cerró la puerta con su respectivo candado. Al darse la vuelta descubrió algo que no le iba a alegrar el día. El mismo macarra que molestó ayer a Suika estaba parado frente a ella con una sonrisa maliciosa. Reimu era una chica lista y se había visto en situaciones de estas, así que sabía moverse por este terreno. Lástima que de la nada aparecieron dos chicos más, compañeros del último mencionado y que tampoco tenían cara de tener buenas intenciones. Sin embargo, la kendoka respiró hondo y miró a su alrededor:

    Reimu: Vaya vaya, tenemos aquí al gallito de ayer. Y vienes acompañado de dos amigos. ¿Qué quieres? No tuviste suficiente con la humillación de ayer?

    Macarra 1: JAJAJAJA! Eres toda una chulita eh, niñata de mierda? No me hizo gracia como te portaste ayer, así que mis compañeros y yo hemos decidido darte una lecc...

    Reimu no dejó reaccionar a su oponente y alzó el bokken en alto a la vez que gritaba:

    Reimu: JODAN NO KAMAE! MIGI!!!

    El bokken bajó a toda velocidad y golpeó duramente el cráneo del macarra. Habría sido un golpe fatal si no hubiera sido por el estado en el que estaba la espada de madera. A la joven kendoka se le había olvidado por completo que ese sable estaba roto. La reacción del macarra no se hizo esperar y, tras tocarse la cabeza adolorida, arremetió contra la chica con un manotazo dirigido a la cara:

    Macarra 1: Zoooorraaaaa!!!! - el chico se sorprendió al ver que ella fintaba a la izquierda y ejecutaba un elegantísimo Ippon Seoi Nage agarrándolo por el brazo.

    Reimu se secó la frente y sonrió satisfecha. Miró al siguiente adversario pero se dio cuenta demasiado tarde que sólo había uno. El otro se había escabullido por detrás y ahora la tenía agarrada por el cuello con el antebrazo. El que hace escasos segundos estaba derribado se levantó con toda la cara magullada. Escupió a un lado y golpeó a Reimu en el plexo solar:

    Macarra 1: Ahora verás, perra. Te voy a enseñar lo que es el infierno.

    La empujaron contra la pared y bruscamente le arrancaron la blusa del uniforme escolar, dejándola en ropa interior:

    Macarra 2: Joder, se nota que el deporte le sienta bien a esta cría eh?

    Macarra 1:[/color] Sí, eso parece. Vamos a comprobar si todas sus partes están tan bien entrenadas...

    Reimu: ¡¡¡Dejadme!!! No me toquéis, cerdos!!!! - chillaba, lloriqueando. La respuesta que recibió fue un tortazo y luego una mano presionando su boca impidiéndole gritar más.

    Macarra 1: Cállate o te vamos a hacer aún más daño. Relájate y disfruta, tu primera vez será con 3 tíos... ¿No te pone cachonda, eh? JAJAJAJA!!!! - empezó a sobarle los pechos. Cada vez que descendía su mano, Reimu se removía más, pero al final iba perdiendo las fuerzas. El macarra deslizó su mano por los muslos y ahora le palpaba la entrepierna - Tiene pinta de tenerlo estrecho y muy tenso... Chicos, vamos a disfrutar mucho...

    Un coro de risas brutas sonó desordenado en el aire. Siguió durante unos segundos cuando se vio interrumpido por un acontecimiento que ninguno de los tres delincuentes se esperaba. Una mochila escolar impactó contra el primer chico que había amenazado a Reimu y justo en el mismo sitio donde la kendoka lo había golpeado. Cayó al suelo aturdido por el choque, pero la furia hizo que se levantara de nuevo a descubrir quien se había atrevido a hacerle eso:

    Macarra 1: ¿¡QUIÉN COÑO...!?

    Yong Soo estaba de pie, mirando la escena. El flequillo cubría uno de sus ojos, pero fue suficiente dicha mirada para hacer que su contrincante se estremeciera. El alumno desprendía un aura aterradora, impropia de su carácter que siempre transmitía a los demás. Alzó un poco el mentón, altivo, y habló a los tres:

    Yong Soo: Os sugiero que dejéis a la chica y os larguéis. No lo repetiré. - su voz era una mezcla de virilidad y armonía, aunque sonó tajante y claro.

    Uno de los asaltantes se levantó y fue hacia él, de forma chulesca y despreocupada:

    Macarra 3: ¿Y tú quien eres, eh? - lo agarró por la solapa - Te vas a ganar una paliza, chavalín.

    Obtuvo como contestación un doble puñetazo a las costillas que lo apartó. Cuando alzó la vista, tuvo tiempo de ver como se proyectaba el pie derecho de Yong Soo hacia el temporal izquierdo: un Dolyo Chagui perfectamente ejecutado que dejó K.O. al macarra. Alzó la cabeza de nuevo y miró a los dos restantes, desafiante. Uno de ellos sacó una navaja y lo atacó con una estocada al abdómen. Se salvó por los pelos y sólo le hizo un corte superficial, pero lo que le esperaba a su adversario era mucho peor. Logró apresar su muñeca y lo estiró hacia abajo, para luego golpear con fuerza el codo ahora tensado y partirle el brazo. Antes de que pudiera gritar de dolor, lo silenció con un rodillazo en la boca. Al terminar con el segundo, miró de nuevo al tercero.

    Yong Soo: ¿Y bien? Serás más listo que tus compañeros y te irás? - dijo, con los puños cerrados. Ni siquiera respiraba preocupado, su actitud era tranquila y severa.

    Macarra 1: Sss...s... sí, ya me voy!!!! - corrió unos metros y tropezó para volver a levantarse y emprender la huida.

    Soltó una bocanada de aire y cerró los ojos. A medida que se acercaba a Reimu, se quitaba la chaqueta negra del uniforme. Cuando llegó donde estaba ella aún lloriqueando, la chica levantó la cabeza y lo miró. Él se arrodilló y la cubrió con la chaqueta.
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    Mensaje por Uxi Jue Abr 01, 2010 11:59 pm

    Yong Soo:¿Estás bien? - dijo, prácticamente insensible a la situación.

    Reimu: Sí, gr… gracias… - le responde, con la voz entrecortada. No ha recobrado la compostura, de no ser así, su reacción sería totalmente diferente a la que está enseñando – No… No sé qué me ha pasado. Bajé la guardia…

    Yong Soo: Tendrías que haber huido, eran demasiados para ti.

    Reimu frunció el ceño según se levantaba y le devolvía la chaqueta a su compañero de clase, dejando nuevamente su tonificado y atractivo torso medio desnudo. Su sujetador marcaba de maravilla los turgentes pechos de la capitana del equipo de Kendo. Cualquier adolescente se habría quedado embobado mirándolos, pero esas tentaciones estaban por debajo de Yong Soo, cuya disciplina inquebrantable le llevaba a un autocontrol que le permitía no mirar a los senos de la joven.

    Reimu: Me las habría arreglado sola. Por cierto… - comienza a hablar de nuevo, acercándose al almacén para coger un uniforme que tenía de recambio para cuando terminaba su entrenamiento. Su voz ya suena como siempre, parece haber recuperado la compostura -. Tus movimientos están a un gran nivel, ¿Dónde has aprendido a luchar así?

    Yong Soo: No eran tan buenos, aún me queda mucho que aprender – es la respuesta que obtiene Reimu justo antes de que el coreano se vaya por donde ha venido recogiendo antes su mochila.

    Reimu se quedó sola con la palabra en la boca. Lo único que tuvo que hacer fue arrastrar los cuerpos inertes de los otros dos chicos hasta la puerta del gimnasio y cerrarlo con llave acto seguido, más tarde iría a quejarse al director sobre lo acontecido, no por cobardía, sino porque no quería que volviese a pasar con cualquier otra chica. Lo único es que no sabía los nombres de los macarras, pero sí sabía a qué aula iban. La cara de cabreo y después de miedo se había iluminado y transformado en una cara de alegría de las que no se recordaban en el rostro de Reimu.

    Moka y Suika estaban en el ático del edificio principal, almorzando y hablando de las trivialidades típicas de dos adolescentes en edad de instituto. Cuando Reimu salió al exterior, las dos amigas se giraron para ver quien era, y se quedaron anonadadas al ver la expresión alegre de Reimu, que contrastaba mucho con su habitual cara de severidad que llegaba a veces a intimidar.

    Moka: Reimu… ¿Eres tú? – no sabía si preguntarlo. Tenía los ojos como platos y la boca abierta. Los palillos que sostenía en la mano se cayeron dentro del bento que sostenía con la otra mano.

    Suika, con una bebida en la mano izquierda y los palillos del bento en la derecha, giraba la cabeza hacia Moka y después miró de nuevo a Reimu, incapaz de hablar por tener la boca llena.

    Reimu:Chicas… - se abalanzó sobre ellas, obligando a Moka y a Suika a dejar lo que estaban haciendo bajo el inminente abrazo que se veía que ella les va a propinar -. ¡Lo he encontrado!

    Suika: ¿Qué has encontrado, El Dorado? – preguntó, descolocada mientras al nombrar "El dorado" pensó en su Dios, Dave Rodgers.

    Reimu: ¡No, tonta! – exclamó, soltando una suave carcajada -. ¡He encontrado un posible rival digno! – las lágrimas estaban a punto de saltarle de los ojos.

    Moka: y Suika: ¿¡CÓMO!?

    Moka: Es raro que tú seas quien diga que tienes un rival digno. Debe ser muy bueno… ¿Quién es? – aunque Moka ya tenía una ligera idea de quién puede ser.

    Reimu: El nuevo… el estudiante de Corea. Yong Soo, creo que se llama… ¡Es el tío más habilidoso que he visto en mi vida! – sin más dilación, saltó hacia atrás y se puso a intentar imitar los movimientos que el chico había hecho hace un momento con sorprendente exactitud para no ser la especialidad de la capitana de Kendo.

    Moka: ¿Ves lo que te dije? ¡Ese chico es el hijo de un gran luchador, tienen un dojo cerca de aquí! – le recordó, cogiendo nuevamente el bento y llevándose un poco de arroz a la boca - ¿Qué esperas a retarle? Si pierdes, ganas un marido. Si ganas, te llevarás la insignia de ese dojo – con la boca llena, escupiendo algún grano de arroz - ¡No tienes nada que perder!

    Reimu:Con el tiempo. Quiero asegurarme de que es bueno de verdad… No puedo dar ningún paso en falso.

    Moka: Bueno. Cambiemos de tema… - rebuscó en su mochila, pero no sacó nada de momento -. ¿Quién se viene pasado mañana a la Atomix? – inquiere, sonriendo.

    Suika: Muy graciosa… ¡Sabes que aún no somos mayores de edad, no podemos entrar! – le reprendió, claramente dolida. Entrar en Atomix es uno de sus sueños de adolescente, pues es uno de los templos de la música, casi a la altura de una legendaria discoteca de Roppongi que cerró tres años antes.

    Moka: ¿Qué no podemos entrar? – repetía, como burlándose. De golpe, sacó la mano de la mochila, teniendo en ella tres colgantes acabados en cartulinas plastificadas: cartulinas con fondo negro y letras verdes en las que reza “ATOMIX”, con un gran VIP dorado debajo -. ¿Seguro? – su sonrisa es radiante. Le tiende uno a Suika para que vea que es auténtico.

    Suika: Pe… Pero… AAAAAAAAAA – el grito que pega se escucha desde dos o tres manzanas a la redonda. Los alumnos que hay en el patio miran hacia arriba e incluso el grito alerta a dos o tres profesores -. Eso… ¿Eso son pases VIP para Atomix? Cómo… ¿De dónde demonios los has sacado? Son… ¡Son muy difíciles de conseguir! – la chica está que no cabe en sí de gozo. Tiene uno de sus sueños al alcance de la mano -. ¡A quién le importa, quiero estrenarlo ya, el viernes de fiesta! – no lo pidió ni lo sugirió: Lo ordenó. Pero…

    Reimu: Lo siento, chicas… Sabéis que no me gustan estos sitios, pero podría sacrificarme por Suika. Pero tengo torneo de kendo el sábado… - en su cara se dibuja una expresión de disculpa. No le gusta dejar colgadas a sus amigas -. Y tengo que madrugar…

    Suika:¡No pasa nada, ya vendrás la semana que viene! – da saltos de alegría. Aún no se cree que tenga un pase VIP de ATOMIX en su mano -. ¡Moka, tú y yo el viernes a ATOMIX!

    Moka: ¡Y el sábado también si quieres, hace mucho que quería pisar esa discoteca y… - su frase se ve cortada por el sonido del timbre de entrada a clase - … Y hay que entrar a clase!

    Las tres amigas se dirigieron a la clase. Tocaba clase doble de tutoría. Lo que sólo podía significar dos cosas: dos horas de tocarse las narices a dos manos para algunos y de adelantar deberes para no llevarse trabajo a casa para muchos otros, otros como Eisuke, que ya estaba en clase, con un manga en la mano esperando a que entrase el tutor.

    *********************************************************************

    Al acabar las clases, las dos compañeras fueron a casa de Suika para prepararse. Esta iba a ser una gran noche para las dos, iban a asistir a una sesión de la discoteca más famosa de Japón y encima con pases VIP! Pasarían toda la tarde probándose vestidos y arreglándose ya que tenían que estar perfectas.

    Cuando estuvieron listas, cogieron el metro y fueron hacia Atomix. Por el camino comieron ramen ya que no les daba tiempo a cenar en casa. Al llegar a la discoteca se quedaron sorprendidas con la cantidad de gente que había:

    Suika: ALAAAAAA!!!!!! - gritó, eufórica - Mira mira cuanta gente!!! - corría de lado a lado - Y mira ese chico que guapo! Y esa chica! Que guay todo! - estaba totalmente hiperactiva. Ni siquiera se fijó en que muchos chicos se fijaron en su vestido, totalmente fucsia y chillón. Las medias negras iban a juego con los zapatos de tacones, que eran del mismo color.

    Moka: ¡Cálmate Suika! - ella también estaba emocionada, pero mantenía la compostura y trataba de encontrar a Oda de forma disimulada.

    Mientras miraban por toda la zona, alguien le puso la mano en el hombro a Moka. Esta se giró y vio que él las había encontrado a ellas.


    Eisuke:
    ¡Hola, Moka! – saluda levantando una mano. Vuelve su mirada hacia Suika -. ¿Por qué no me dices cómo se llama esta chica tan guapa que te acompaña?

    Moka: Es Suika Sakurada, espero que no te importe que la haya traído conmigo.

    Eisuke: No te preocupes. Si te di más de un pase es para que trajeses a gente.

    Sin previo aviso, Suika se acercó a Eisuke y empezó a dar vueltas alrededor de él, escudriñándole con la mirada. De arriba abajo, de abajo arriba, pelo, piernas, pies, cara. Todo. Pegó un salto hacia atrás acompañado con un grito y lo señaló:

    Suika: ¡AAAAAHHHHH! Tú… TÚ… - Eisuke temió que descubriera quien era y destrozara todo el plan - ¿Tú quien eres? Tu cara me suena de haberte visto en algún lado.

    Eisuke cayó al suelo de golpe.

    Eisuke: S… s… soy… – tartamudeaba, levantándose del suelo. Le costó pensar más de lo normal por estar ella ahí - Anzai. Takeshi Anzai, DJ residente de Atomix. Aunque se me conoce más como Dustin, Love Machine o Leghunterz. Encantado de conocerte – saludó, inclinando la cabeza e intentando controlarse.

    Suika: Cómo que… ¡AH, ES DUSTIN! – exclamó, lanzándose a abrazar a Eisuke. Daba la casualidad de que Dustin era uno de los artistas favoritos de la chica -. ¡MOKA, ES DUSTIN! ¿Por qué no me dijiste antes que lo conocías?

    Eisuke: Bueno… esto… - intervino antes de que Moka hiciera más grande la bola, totalmente sonrojado. Se separó como pudo del abrazo de Suika y habló intentando recuperar la compostura - Cuando queráis podemos ir entrando.

    Moka: Sí, sí. Mejor que nos demos prisa y no perdamos el tiempo.
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    Mensaje por xeniachan Miér Mayo 26, 2010 9:25 pm

    Entraron a la dicoteca rodeándola hasta llegar a un lateral en dónde una puerta era custodiada por dos porteros de grandes dimensiones, era la entrada por la que solo
    podían pasar las personas V.I.P. Al entrar las chicas se quedaron deslumbradas por el lujo y la sofisticación del lugar. El suelo era cubierto por una moqueta roja y la decoración exquisita.

    Eisuke las llevó hasta una sala llena de gente atareada que iba de aquí para allá.

    Eisuke: Bueno, esperadme aquí un momento, voy a buscar una cosa a mi camerino y vuelvo - despidiéndose con una sonrisa.

    Suika: Joder tia, de qué conoces a ese tio que está tan bueno??? - le preguntó con cara de "no me lo puedo creer"

    Moka: Bueno, es... una larga historia sabes, realmente ni yo estoy segura de cómo lo he conocido, jeje.

    Suika: Vaya, pues no sabía que tuvieses tan buen gusto, que novio tan guapo tienes, que envidia yo también quiero un novio así, jooooo!!!

    Moka: No, si no es...

    De repente Moka notó como le agarraban por el brazo y una mujer empezó a hablar

    Mujer: Chicas, ¿qué haceis aquí? os están esperando en el camerino del fondo, venga, que os darán la ropa, tomad, refrescaos un poco - dándoles una copa llena y marchándose a toda prisa.

    Suika: Será tu novio, no? - oliendo el contenido de la copa y caminando ya hacía el camerino.

    Moka: No es mi novio... y esto que debe ser? huele a alcohol, no?

    Suika: Si nos lo ha mandado tu novio está bien, además tengo sed - y se bebe la copa de un trago - alaaa, pero que bueno que estaba y que sed tenía

    Moka : Que Eisu... digo Takeshi no es mi novio!!! a ver que tal está esto... - Dándo un pequeño sorbo a su copa - sabe a piruleta, que bueno - y se bebe toda la vaso.

    Entraron al camerino, un sitio pequeñito pero con estilo, donde predominaba un gran espejo iluminado por u monton de bombillitas.

    Suika: - Este debe ser el camerino de tu novio, no?

    Moka: ¡Oye, que no es mi novio! Que pesadita estás..

    Suika: ¿Crees que es guapo?

    Moka: Sí, pero…

    Suika: ¿Es simpático?

    Moka: La verdad es que es el chico más simpático que conozco, pero…

    Suika: ¿Tenéis aficiones en común?

    Moka: ¡Sí, se parece a mí bastante! Pero… - empieza a impacientarse, y se huele que Suika se va a montar una paranoia de las suyas.

    Suika: Entonces... te gusta... ¿es que tú no le gustas o qué?... – preguntaba, pensando en su amigo Kenji y el chasco que se llevaría, ya que al lado de ese chulazo no tenía muchas posibilidades -. Eso no puede ser, a una chica tan guapa como tú le llueven los hombres en cuanto le de por buscarlo… Debe ser homosexual. Menudo desperdicio, con lo bueno que estaba…

    Moka: Pero… ¿Qué dices? ¡No te montes películas, ni Takeshi es homosexual ni me gusta ni la gusto! Sólo somos... amigos... - Moka por un momento vislumbró el rostro perfecto de su amigo el día que descubrió lo sexy y guapo que era - (Nunca había pensado en Eisuke como hombre...Debo dejar de pensar en tonterías... ¡Es mi amigo de toda la vida, debo quitarme estas cosas de la cabeza!) - Sólo somos amigos, Suika, así que si te gusta para ti… - le dijo esgrimiendo una sonrisa picantona algo forzada.

    Suika: ¿De verdad? Pues creo que hacíais buena pareja... pero si no te interesa para nada...oye, que me lo que… - de repente, sintió cómo se le iba la cabeza -. Me voy a sentar que estoy un poco mareada.

    Moka: Pues ahora que lo dices... tengo una sensación un poco rara, pero me siento bastante bien – sospecha que las bebidas que les sirvieron hace un momento llevaban alcohol, pero nunca ha bebido, no puede confirmarlo al 100%.

    Se sentaron en las sillas frente al tocador de enorme espejo sin ser conscientes de que aquello eran los primeros efectos del alcohol. Estaban riendo tranquilas cuando de repente entraron dos chicas cargadas de un maletín y perchas con ropa.

    Maquilladora: ¿Os habeis maquillado solas? ¡Vais hechas un adefesio! ¿Y qué es esa ropa? Joder… ¡Esa ropa que me lleváis, fuera! Nosotras traemos lo que necesitáis

    Las dos mujeres quitaron la ropa a las amigas, que no eran demasiado conscientes de lo que sucedía, aun así se las veía encantadas de que las vistiesen y arreglasen personas profesionales.

    Maquilladora 1: Joder, las tías estas van borrachas – se quejó al fijarse en el estado de las chicas - ¡Que alguien traiga café! – ipso facto, uno de los camareros les llevó una taza de café bien cargado a cada una. Hubo que metérselo casi con embudo, porque a ninguna de las dos les gustaba demasiado el café, no al menos solo.

    Media hora más tarde las chicas estaban vestidas y maquilladas perfectamente y se encontraban en los bastidores del escenario. Ya estaban más presentables y se les había pasado el pelotazo. Resulta que las bebidas que les sirvieron llevaban un alto contenido alcohólico, y bebérselas de un trago no ayudó demasiado

    Moka: ¿Suika, por que llevas esa ropa? O mejor dicho.. ¿Por qué yo también llevo esta ropa? ¿Qué hacemos aquí? ¿Dónde está Eisuke? – no sabe muy bien dónde está, aunque se lo imagina.

    Suika: ¿Oda? ¿A qué viene preguntar por ese ahora? – inquiere algo mosqueada -. Nos han vestido aquellas chicas que vinieron al camerino, las habrá enviado tu NO novio, supongo que no íbamos demasiado bien vestidas para la ocasión y las habrá enviado para que nos acicalen un poco…

    Moka: Pues no se...

    Maquilladora 2: Bueno, vamos. Treinta segundos y salís a escena – interviene, cortando la conversación -. Parece que el café os ha servido efecto. Menos mal. Mira que venir borrachas sabiendo que tenéis que salid a bailar…

    Moka y Suika: ¿Bailar? – Suika miraba a todos lados. Había visto estos bastidores más de una vez, en fotos. ¡Estaban a punto de entrar al escenario!

    Speaker: Hola, chicas. Estáis espectaculares, espero que bailéis igual de bien - el hombre las miró de arriba a bajo con una sonrisa de satisfacción - Aunque creía que erais un chico y una chica, pero bueno, así mejor. Atraeréis más miradas…

    Suika: Oiga, señor…

    Era demasiado tarde. El telón ya se había abierto. Las luces eran deslumbrantes, había una máquina de humo en cada esquina, que de momento no disparaba. El escenario era enorme, tal como Suika esperaba de Atomix.

    Speaker: ¡Hola, gente! – el bullicio se detuvo al instante cuando el presentador empezó a hablar - ¿Qué tal va la noche? – una más que alevosa pausa por parte del presentador dio paso a gritos de júbilo por parte de los espectadores que se aglomeraban debajo del escenario que gritan y silban a la espera de la actuación. Suika y Moka no podían creerse lo que les está pasando: Estaban sobre un escenario enorme, a la vista de todos.

    Speaker: Dos cosas… Ha habido cambios de última hora. Al final no actuarán un chico y una chica, ¡serán dos chicas! - el público (sobretodo el masculino al escuchar la noticia), extasiado, no parece deparar en el detalle, vitorea como loco, ansioso porque empiece el espectáculo -. Y sin más dilación… ¡os presentamos a las dos nuevas incorporaciones del grupo Atomix Silver, desde hoy la historia las conocerá como Double Love!

    La ovación del publicó terminó de asustar a las pobres chicas, que no sabían como se habían metido en ese lío y todavía menos sabían como salir de él. Cuando se dieron cuenta estaban solas en el escenario y la música sonaba. Estaban agarradas de la mano y no reaccionaban, ni siquiera escuchaban la música.

    Moka: ¡Ay! - salió de la inopia gracias al fuerte apretón que le dio Suika en la mano - ¿Qué hacemos, Suika?

    Suika: ¡Escucha! – todavía estaba sonando la intro de una canción -. ¿No lo reconoces? ¡Es eurobeat, y una canción que conocemos!

    Moka: Ya, pero que tenemos que salir de aquí... ¿Suika? - Para su sorpresa Suika estaba marcando el step - ¿Qué haces? ¿Vas a bailar de verdad?

    Suika: - ¿Se te ocurre una forma mejor de salir de esta? Reza para que nos las sepamos todas porque seguramente sea un medley. ¡Venga, BAILA! Que esta nos la sabemos.

    Moka se acopló al step de su amiga rezando a los dioses que esto saliese bien.

    Resulta que la primera canción la sabían, así que no fue difícil bailar en primera instancia. Y así empezaron a bailar cada vez con más soltura y confianza. Se notaba la experiencia de Suika, llevaba muchos años bailando y fue por ello que poco a poco, cuando tenían ratos muertos, enseñaba a Moka y ya se sabían ambas muchas coreografías. Su única esperanza era que todas las canciones que sonaran fuesen de las que se sabían.

    Cuando se acercaba el final de la canción Moka miró desesperada a Suika buscando una respuesta o consuelo al momento que estaban viviendo, pero al mirarla lo que se encontró fue algo que no se esperaba. Suika estaba disfrutando como una cría, reía y bailaba más animada que nunca, como si no fuese consciente de que un sinfín de personas la estaban observando, lo que puso aun más nerviosa a Moka. Pero no terminó la canción. Como Suika esperaba, era un Medley.

    El público pensaba que los nervios iniciales de Moka eran parte de la performance, y se metieron en el papel. Siguiendo la corriente de las chicas, empezaron a aplaudir siguiendo el ritmo de la música para espolear a Moka. Resultó ser muy efectivo, pues Moka cogió confianza poco a poco.

    Por suerte, también conocían la segunda canción. Suika estaba tan motivada como desde el principio, y Moka fue subiendo hasta ponerse más o menos al nivel de su amiga. Iban pasando las canciones, cambiaba el estilo de música y baile, pero las dos chicas ya iban lanzadas. Las transiciones les salían perfectas pese a que no habían escuchado nunca el medley, y no digamos ya ensayado. Llegó el final del mix: Un cierre apoteósico con las dos canciones favoritas de las chicas. Cuando las dos amigas acabaron de bailar, el público estalló en aplausos y vítores. Moka suspiró aliviada: Había tenido el mayor golpe de suerte de su vida y no sabía ni cómo. Miró hacia arriba, a la cabina del DJ, y lo comprendió todo: Eisuke estaba allí, cambiando los discos y mezclando las canciones… Dustin había convertido lo que prometía en convertirse en el peor trago de la vida de la chica en un paraíso, y en un sueño hecho realidad para Suika.

    Speaker: ¡Esto ha sido Double Love, amigos! – exclamó, aplaudiendo y acercándose a las chicas para entregarles sendos ramos de flores -. ¡Bienvenidas a Atomix, esperamos que vuestro compañero pueda unirse pronto al grupo y que estéis mucho tiempo entre nosotros! - Las dos amigas se retiraron del escenario entre aplausos, triunfando en una actuación que ni siquiera les tocaba y llevándose una gloria inmerecida. El presentador volvía a hablar cuando se metían en los bastidores -. ¡Y el próximo grupo es…

    Bailarina 1: ¿Sois las nuevas? Qué pedazo de performance os habéis currado, tías. ¡Enhorabuena!

    Bailarina 2: ¡Me ha molado mucho eso que has hecho al principio, lo de fingir no saber dónde estabas! – Exclamó, aludiendo claramente a los nervios iniciales de Moka - ¡Aparte de una bailarina genial eres muy buena actriz!

    Suika: ¡DIOS SANTO, SON HIKARU HONDA Y NAMI HARADA! – exclamó, claramente emocionada. No sólo había conocido a uno de sus artistas favoritos, que a parte resultó ser un tío para mojar pan, ¡además había conocido a sus dos bailarinas favoritas! - ¡SOY FAN VUESTRA DESDE QUE EMPECÉ A BAILAR!

    Moka: Bueno… sí… - respondió, cogiendo a Suika por un brazo para que no se lanzase sobre las bailarinas. Se le habían subido los colores. Dos bailarinas veteranas deshaciéndose en elogios con dos niñas que no deberían estar allí. Inaudito -. Escucha… ¿Sabes dónde está la cabina del DJ? queremos pasar a saludarle…

    Nami: ¡Sí, está subiendo esas escaleras, primera puerta hacia la izquierda!

    Suika: ¡Gracias, Nami! ¡Algún día quiero bailar algo contigo!

    Nami: ¡Encantada!

    Moka tuvo que, literalmente, arrastrar a Suika para que no se fuera detrás de las dos bailarinas, que tenían que salir a escena en ese mismo momento. Y en ese plan subieron las escaleras que les llevarían a la sala donde estaba Eisuke.

    No había ningún guarda de seguridad guardando las puertas de la cabina de Eisuke, así que las chicas llamaron a la puerta, que se abrió sola, y entraron. Allí estaba Eisuke, mirándolas sonriente y aplaudiendo.

    Eisuke: ¡Chicas, habéis estado simplemente perfectas, habéis dado el pego como bailarinas profesionales! – exclamó -. La pregunta es... ¿Cómo habéis acabado en el escenario?, os estaba buscando por todas partes hasta que he tenido que venir a la cabina…He tenido que ir poniendo todas las canciones según las encontraba porque el Medley que había preparado era totalmente diferente a lo que he hecho… - se explicaba a toda prisa, tocándose la frente para limpiarse el sudor. Para encontrar todas las canciones que había puesto había tenido que buscarlas en menos de un minuto y mezclarlas en directo. No le fue demasiado difícil hacerlo, pero se había sometido a sí mismo a una presión que no tenía normalmente.

    Moka: Pues ni siquiera nosotras lo sabemos. Pensábamos que las estilistas que nos han vestido las habías enviado tú. Nos empezamos a encontrar mal por la bebida que nos dieron… - relató los hechos en un orden que no se ajustaba del todo a la realidad, pero todavía estaba un pelín alterada por lo que acababa de pasar -… Y hemos acabado como hemos acabado…

    Suika: ¡Ha sido una pasada! – interrumpe el discurso de Moka, fuera de sí - Y gracias por ayudarnos - se abalanzó sobre él y le da un abrazo de agradecimiento.

    Moka: Sí gracias, no se que hubiésemos hecho de no ser por ti.

    Eisuke: No hace falta que me deis las gracias, hice lo que tenía que hacer. Realmente fue culpa mía, debería haberos llevado conmigo… Pero sí que os voy a pedir un favor – se gira un momento y saca dos carpetas. Abre una de ellas y se la extiende a las dos chicas para que lean.

    Suika: ¿Qué es eso? ¿una declaración jurada de que no volveremos a subir a un escenario? – inquiere, medio en broma medio en serio, aunque cree saber lo que es.

    Eisuke: ¡No! – exclama, soltando una carcajada -. Todo lo contrario, a mi jefe le habéis encantado y os quiere meter en nómina, es decir, que si queréis bailar y que además os paguen una pasta por ello...

    Suika: ¿De verdad? ¡No me lo puedo creer!, eso...eso es genial, ¡es un sueño hecho realidad! - dando botes de alegría y abrazando a Moka que no podía salir de su estupor - Pero... es que no tenemos edad, no pueden contratarnos...

    Eisuke: ¡Yo tampoco tengo edad para trabajar en una discoteca! Entré a trabajar a ATOMIX porque un amigo mío, que también es DJ, se puso enfermo una noche y me pidió que fuera a sustituirle. Ahora él está en nómina y yo cobrando en negro, y hasta ahora nunca me han fallado… Además, mi jefe es también familiar mío… Así que tranquilas, está todo hablado, os pagarán en negro como a mí, no figurareis como trabajadoras, este contrato es una simple formalidad. Así que… ¿Os animáis, TRIPLE LOVE?

    Moka: ¿Triple? hace un rato nos presentaron como double...

    Eisuke: ¿No recuerdas que el speaker ha dicho que en principio tenían que venir un chico y una chica? – le recuerda -. Cuando os vi entrar al escenario paré un momento el espectáculo e hice cambios en el guión… Y ahora seremos tres... Siempre que vosotras, Double Love, queráis a un chico en vuestro dúo… - y acaba su frase con una gran sonrisa de satisfacción.


    Moka: ¿Pero desde cuando bailas tú parapara? – inquiere, mirando a su amigo, a Eisuke el otaku, a Eisuke el que rehuía a las chicas porque le abrumaban, con los ojos como platos. Al final resulta que su amigo Eisuke el previsible, Eisuke el aburrido, Eisuke el empollón, va a ser una caja de sorpresas. Y eso le gustaba.

    Eisuke: Trabajo en una discoteca, ¿recuerdas? Lo normal sería empezar de bailarín y pasar a DJ, pero a mí me ha pasado al revés… El caso es que me empecé a bailar que me dijiste que bailabas con una amiga. Además, he tenido buenos profesores… ¿Os habéis encontrado de camino aquí con Nami y Hikari? Ellas me enseñaron las cosas básicas y alguna que otra coreografía – se explica -. Lo demás sólo fue meterme en casa a ver los videos y asimilarlos… Ya sabes que la memoria es mi fuerte, así que sin quererlo me di cuenta que cuando sonaban las canciones, recordaba las coreografías. Eso sí, tendremos que estar los tres juntitos bastante tiempo para ensayar ya que aunque conozca bastantes coreografías, no tengo mucha práctica - y le guiña el ojo a Moka pensando en cuanto tiempo tendría para pasar al lado de su amada Suika.

    Moka: Promete ser divertido, así que está bien, yo acepto – responde -. ¿y tu qué dices Suika? ¿Qué dices sobre que Takeshi entre en el equipo? Creo que lo del contrato se sobreentiende…

    Suika: ¿Bromeas? – le replica - ¿De veras crees que hace falta preguntarme? ¡Claro que acepto!

    Eisuke: Bueno pues ahora que ya está todo solucionado es hora de seguir divirtiéndonos, ¿no? ¡Vamos a la sala VIP, tenemos una pista de baile esperándonos!

    Moka y Suika sonriendo se miraron y salieron disparadas tras Eisuke que las guió hasta el sitio más exclusivo de una discoteca ya de por sí exclusiva.

    Estaban bailando cuando de repente a Moka se le acercó un tipo alto y moreno, de complexión atlética y con un aire extranjero.

    Maquimoto: ¡Hola, preciosa! Te he visto bailar y me has cautivado - le mostró su mejor sonrisa aun estando algo ebrio. Por el acento, se diría que es americano. ¿De San Francisco quizás?

    Moka: ¿De verdad? ¡Muchas gracias! – se sonrojó levemente ante esa sonrisa que le dedicó Maquimoto, cosa que este no captó.

    Maquimoto: ¿Quieres tomarte algo conmigo? – inquiere, espoleado por la supuesta amabilidad de Moka - Te invito a lo que te apetezca...

    Eisuke: ¿Quién es el tío ese que habla con Moka?

    Suika: ¡Habrá ligado! Normal, con lo guapa que es... ¿No opinas lo mismo?

    Eisuke: Bueno... sí, la verdad es que es muy guapa... ¡Pero ese no es el caso!...

    Suika: ¿Te molesta que se la esté ligando a un tío tan guapo? – le corta, intentando sonsacarle algo, mostrando una sonrisa picarona.

    Eisuke: Pues... supongo que no, es solo que me preocupa, porque es una chica muy inocente y aquí los tíos no se andan con chiquitas.

    Suika: Ya - Con media risa dibujada en sus rosados labios - O sea, que la quieres como a una hermanita, ¿no? ¿No te gusta?

    Eisuke: ¿Qué? No, no... ¡En absoluto! – hablaba distraído sin apartar la mirada de Moka. Sin previo aviso, gira la cabeza hasta encarar a Suika - Si a mi la que me gusta eres tú – sentencia, guiñándole un ojo y sonriendo levemente para luego volver a mirar a Moka.

    Lo dijo de una manera tan seductora que Suika creyó que se iba a desmayar. Tanto le pilló por sorpresa que pasaron unos incómodos segundos sin que pudiese articular palabra. Ella estaba muy acostumbrada a que se le declarasen chicos, pero ninguno tan atractivo como ese. Tampoco estaba acostumbrada a ese tipo de actitud de estar tan seguro de sí mismo.

    Eisuke: Bueno, ya lo sabes, ahora te toca a ti.

    Suika: ¿Qué me toca el qué?

    Eisuke normalmente era avasallado por colas de chicas que decían estar enamoradas de él, estaba seguro de que con un físico tan extraordinario como el suyo y su posición social nunca sería rechazado.

    Eisuke: Ehr... no se... decirme algo de lo que te he dicho... ¿no tienes nada que decirme? ¿Nada que contestarme?

    Suika: Pues... gracias por decírmelo, la sinceridad es importante - sonriendo amablemente.

    Sinceramente no sabía que pensar, este tío estaba muy bien, pero ese tonito tan confiado no le acababa de gustar, además de tener que asegurarse bien de que a Moka no le gustaba realmente.

    Eisuke: Vaya... gracias – ya se había montado en su cabeza la escena de Suika llorando y él “consolándola”, una escena que, cómo no, acababa en beso.

    Mientras tanto, Moka y Maquimoto conversaban.

    Maquimoto: Yo soy Jimmy, pero puedes llamarme Maquimoto, que es como me llaman los amigos. ¿Y tú como te llamas, guapa?

    Moka: Pues Moka... encantada – hizo una leve reverencia como saludo.

    Maquimoto: No es necesario ser tan formal... – soltó una leve carcajada, el aliento le olía a alcohol - Toma, prueba esto, está genial – Le ofreció su copa, pero Moka negó con la cabeza.

    Moka: No gracias... es que no bebo.

    Maquimoto: Bueno… (Primera opción (emborrachar al objetivo) perdida. Pasemos a un ataque frontal a pecho descubierto) ¿te gustaría ir a dar una vuelta? Así te enseño mi coche, es descapotable, seguro que te gustará.

    Moka: No sé... – respondióe -. No me gustaría parecer maleducada, pero es que he venido con unos amigos y no quiero dejarles plantados…

    Maquimoto: ¡No pasa nada! ¿No sales muy a menudo, verdad? Pues te explicaré… - se acerca un poco más de lo debido a Moka para hablarle al oído, cosa que puso furioso a Eisuke -. Cuando, pasan estas cosas, conoces a alguien y te vas a dar una vuelta con él (y luego vas al asiento de atrás de su coche y le das marcha de la buena)

    Moka: ¿Y siempre se va a dar una vuelta para ver un coche? – acababa de conocer a ese tío, y no tenía muy claro si quería ser simpático con ella o algo más que eso.

    Maquimoto: No siempre, sólo enseño mi coche a la gente que me cae bien, y contigo me da la sensación de que me voy a llevar bien (y con un poco de suerte te enseño cómo funciona mi caja de cambios)

    Moka: ¡Vale!

    Maquimoto: ¿Sí? Vamos entonces. Verás como acabamos llevándonos bien…

    Moka: Primero avisaré a mis amigos de que voy a ver tu coche... – buscó con la mirada a Suika y Eisuke que estaban tan solo a unos pasos.

    Moka: Esto... chicos... - dirigiéndose a sus dos amigos – me voy a dar una vuelta con mi nuevo amigo Maquimoto… ¡Me va a enseñar su coche!

    Eisuke: ¿Ves como es una inocentona, Akashiya? – se giró hacia Moka, hecho una furia -. ¿Qué? De eso nada, Moka... ¿Dónde está ese tío? ¡Ya le diré yo a quien le va a enseñar el coche!!!

    Moka: ¿Qué pasa?

    Eisuke: Moka, no puedes ser tan inocente, ¡cuando un tío te dice de ir a dar una vuelta los dos al coche significa que quiere acostarse contigo!

    Moka: ¿Qué? – le responde, fuera de sí. No se esperaba que fuese con esas intenciones -. ¡Pues ese pervertido se va a enterar! - Su furiosa mirada recorrió la sala y localizó a Maquimoto en la puerta de salida mirándola con ojos seductores - ¡Ahora vengo! Voy a cantarle las cuarenta a ese cerdo…

    Suika: ¡Eso es, dile cuatro cosas a ese salido!

    Moka: ¿¡Qué te has creído, pervertido!? – le espetó - No pienso ir a ninguna parte conti... - se le cortaron las palabras al encontrarse su boca tocando los labios de él.

    Maquimoto: Es una pena... eres una niña preciosa... tal vez la próxima vez.

    Se fue dejando a Moka casi sin respiración a causa del impacto por su....¡¡PRIMER BESO!! Y se lo había robado un pervertido que a saber la de guarradas que quería hacerle. No podía creerlo.

    Suika: ¿Estás bien? - agarrándola por las manos e intentando que no se le escapara la risa tras ver ese espectáculo.

    Eisuke: ¡¡Dios mío Moka!! Te ha dado un beso, ¿verdad? – fuera de sí, a punto de ir a por él a pesar de que le sacaba tres cabezas de alto y dos cuerpos de ancho - Maldito cabrón, como lo coja se va a enterar, robarle un beso a Moka... con lo inocentona que es… ¡Es que tienes que espabilar! – le reprendió, cogiendo su vaso y bebiéndoselo de un trago a pesar de que era un alcohol bastante fuerte y estaba hasta arriba.

    Moka: ¡Mi primer beso!

    Eisuke: ¿Cómo dices?

    Moka: ¡Suika! – no podía reprimir la risa -. ¡Mi primer beso! Aunque haya sido con ese pervertido, al menos ¡ha sido con un chico bien guapo!

    Suika: ¡Qué suerte, Moka, enhorabuena! - ya dejando salir toda la risa contenida. Ahora ya no era de burla, sino de emoción

    Las dos reían sin parar, pero Eisuke no le veía chiste al asunto, esa era su amiga y se había aprovechado de ella un chulo de discoteca. Además no daba crédito a que además dijese que había sido su primer beso, ¡ESO ERA MENTIRA!

    Eisuke: Veo que os hace mucha gracia… - se había salido del papel durante un momento. Estaba hablando como Eisuke y no como Takeshi.

    Moka: ¿Por que te enfadas? ¡Alguna vez tenía que ser la primera!

    Eisuke se acercó a Moka como antes lo había hecho Maquimoto, pero sin lascivia en la mirada. Sin sonreír siquiera.

    Eisuke: Quizá no haya sido la primera… - lo dijo en voz baja, mirando al suelo y sentándose sobre un taburete de la barra, y aun sin escucharlo Moka recordó algo del pasado y se le cortó la risa

    Suika se acercó a Eisuke:

    Suika: Parece que al final va a ser que sí te molestaba…

    Lo que le molestaba realmente no era que Maquimoto le hubiera besado, sino que Moka hubiera olvidado que ÉL había sido quien le había dado su primer beso. Eso le corroía, pues a pesar de que habían pasado muchos años ya, le era imposible olvidarlo.

    La noche pasó rápido, bailaron, conversaron, rieron hasta el amanecer y Eisuke pensó que fue la mejor noche de su vida a pesar de que a partir del incidente con Moka ambos habían actuado de forma un poco incómoda.

    Llegó a casa por la mañana, como cada sábado, pero hoy no podía conciliar el sueño como otras veces, estaba demasiado emocionado con todo lo sucedido y no sabía cómo debía actuar a partir de ahora en el instituto, sería un shock demasiado grande ir el lunes con su aspecto real, no podía dar ese giro tan brusco de un día para otro, de todos modos ahora solo iba a centrarse en la felicidad de tener a Suika cerca. También pensó en lo estúpido que se sentía por haberse enfadado y no quiso darle más vueltas al asunto, e intentó hacer un esfuerzo en vano por no girar la vista hacia el pasado, pero cada vez que cerraba los ojos le venía a la memoria la imagen de Moka diciéndole hace años que ese sería su pequeño secreto. Secreto que ella había olvidado por completo.

    Las dos chicas llegaron a casa después de haberse puesto la ropa que llevaban al principio de la noche. Durmieron juntas pues, por suerte, los padres de Suika se habían ido de fin de semana a Hokkaido. La chica no podía conciliar el sueño. No quería dormirse y estropear la mejor noche de su vida y parte de las anteriores y Moka no podía dormirse porque se sentía culpable por haber olvidado el “pequeño secreto” que tenía con su mejor amigo, y a la vez imbécil por sentirse culpable de ello. ¡Son chiquilladas, no han de tomarse en cuenta!

      Fecha y hora actual: Vie Nov 22, 2024 6:58 am